Pareciera un título que anuncia tragedia y podría ser, precisamente por la situación reinante entre palestinos y palestinos e israelíes, una guerra de nunca acabar.
Para empezar, le contamos que este miércoles 20 de diciembre 2006, seria transmitido por televisión, en Jerusalén, un llamado dialogo antirreligioso, entre dignatarios de las religiones cristiana, islámica, judía y drusa que emitirían un comunicado conjunto, intento que fracasó.
El propósito del diálogo, era, poner las bases para encontrar una base común y compartida entre las religiones de la región.
El asunto estuvo en que el obispo católico en tierra santa pregunto al rabino Amar, si estaba dispuesto a condenar la ocupación israelí en los territorios palestinos y recalcó que era un error, al tiempo de condenarla. El Rabino por su parte recurrió a Dios porque según él, El Hacedor les entregó la tierra que hoy ocupan.
Terció en el asunto el jeque Tarif, representante de los Drusos, quien señaló que, desafortunadamente estaba ahí sentado viendo que sus hermanos judíos, cristianos y musulmanes pasan por alto a los Drusos.
Seguidamente se preguntó: ¿cuál es nuestro mensaje si pasamos por alto los unos a los otros?
Y Belén...? Pues les contamos que el pueblo Palestino teme que tal y como están las cosas entre los partidos Hamas y Al Fatáh y además la guerra contra Israel, les hace la vida difícil aun cuando comerciantes y la municipalidad han desplegado adornos por todas partes.
La situación, según los analistas es más dura para los cristianos que son minoría en la ciudad de la natividad frente a los musulmanes y debido a las tensiones políticas y religiosas que los ha obligado a marcharse.
Y hay más pues la agencia del catolicismo, EWTN refiriéndose a Belén dice que la ciudad donde nació Jesús está convertida en una gran prisión, citando al muro construido por Israel, el desempleo, la ausencia de turistas, falta de dinero para pagar empleados públicos.
Y como suelen llegar los golpes, el mundo se enteró este 20 de Diciembre que en víspera de navidad, el pueblo elegido de Dios, legalizó los asesinatos colectivos, claro de palestinos a los que estigmatiza como terroristas. La medida fue aprobada por la Corte Suprema de Justicia Judía que llevó a algunos a recordar la captura, flagelación y crucifixión de Jesús el Cristo.
Queda para los lectores la inquietud que generan este tipo de sucesos en una época en la que se esperaría no la tolerancia sino el entendimiento de por qué ocurren cosas así.
Después de todo solo basta recordar la Belén de hace tan solo unos años. Su calle principal abarrotada de gente, los grandes y pequeños negocios, el murmullo , la iglesia de la Natividad donde todo el mundo entraba solemne y maravillado, el humilde lugar donde Jesús nació y ver a la salida las decenas de buses esperando los turistas... Hoy es un solo recuerdo que invita a pensar que la estrella de Belén se ha apagado y quizá para siempre. Todo por el loco deseo de tener una verdad única, un Dios único y una religión única. Por algo Jehová dijo: “Me arrepiento de haber hecho al hombre (...y la mujer) en la tierra y le dolió en su corazón” Gen. 6:6.-