Los hay frailes, monjas, damas de blanco. Algunos manifiestan sentido del humor y otros malas pulgas. Unos cuidan su apariencia y muchos ni siquiera poseen cuerpo. Pero todos tienen algo en común: su predilección por las bibliotecas.
Londres es una ciudad de extremos. La capital británica es moderna, pero va camino a cumplir 2.000 años. Y esa larga historia ha dejado huellas. Escondida en sus calles de cemento, la ciudad guarda una presencia sobrenatural que sus habitantes aseguran percibir.
Luego de un periodo de espera y dentro de una etapa de cambio a un nuevo formato en tecnología, estamos listos de nuevo para ofrecerles lo que a ustedes tanto les gusta, el Realismo Fantástico.
Redacción