Por Amy L.M.
Ni aún los más avezados arqueólogos conocen como empezó historia de quienes construyeron esa ciudad. Lo cierto es que en el valle del Estado de México se destacan dos enigmáticas y altas pirámides, dedicadas a la adoración del Sol y la Luna. Las ruinas son monumentales y grandes, por lo que se ha calculado que allí trabajaron más de 3.000 hombres durante 30 años. Por eso parece raro que esos habitantes , artistas y constructores no dejaran ninguna pista, ningún indicio, que sirva para saber el nombre del lugar y cuál era la lengua que hablaban.