Hora: 11:00
Lugar: Aldea El Platanillo, Conguaco - Jutiapa Guatemala.
Mariano Gutierrez es un amable y diligente campesino que posee uno terrenos en la aldea El Platanillo , Departamento de Jutiapa a unos 205 km de la capital (quizá vive aún). Desde mediados de el mes de junio le atormenta un suceso para el cual no tienen explicación. La duda y el miedo le invaden cada vez que sale a preparar o cultivar sus terrenos.
Ahora ya a sus años nunca olvida lo que ocurrió aquel año de 1976. Su memoria no borra el terrible susto del terremoto de hacía unos meses , pero lo que le sucedió mas tarde fue peor.Que fue lo que le sucedió. El lo cuenta en sus propias palabras. (*)
“Cierta tarde del mes de junio estaba cultivando mi tierra. Todo estaba tranquilo, era una mañana muy clara, pese a ser invierno. Sin conocer su procedencia, de pronto vi un anciano con su alforja y un bastón. Nada extraño había en él,
pero si de donde había venido. Mis terrenos no tienen cerco en algunos lados, por lo que creí que por allí había entrado.
Lo hacen muchas personas cuando tiene que ahorrar camino.
Al pasar cerca lo salude y le pregunte de donde venía. El “viejito” no me contestó, parecía de cerca que algo le pasaba.
Solo me vio y continuo su camino, pero mi familia lo encontró más abajo y le pregunto también cosas, pero el señor no contestaba a nada. A todos les pareció extraño, pero lo dejaron ir, a fin de cuentas no se había robado algo de la cosecha.
El extraño caminó unos 30 metros y de pronto hubo un sonido raro, además de levantarse un poco de polvo en la dirección en que se veía al hombre. Todos se asustaron y lo peor fue que el “viejito” como que se desapareció entre el polvo. Era poco, pero allí fue donde ya no lo vimos irse para algún lado.
Por la curiosidad mis dos hijos, mi esposa y yo fuimos a ver que había pasado. Ni sombra del bendito señor.
Lo único que vimos fue un hoyo bien redondo. Uno de mis hijos dijo que el señor se lo había tragado un “Siguan”. Rápido uno de los muchachos comenzó a ver si estaba en el fondo. No era profundo, tenía como unos cuatro metros de profundidad. Con miedo conseguimos un lazo y el mediano se amarró con el la cintura y se fue metiendo. No encontró nada pero si nos dijo que en el fondo había otro hoyo que iba para otro lado. ¡Allí no se metió por que le dio miedo! ¿A saber si allí estaba trabado el “viejito”?. Lo raro es que no se escuchaba quejidos.
Fue como si la tierra se lo tragara. Jamás nadie reclamo su desaparición. Nunca se le vio otra vez por el lugar. ¿A saber quien era y para donde se fue?” Desde entonces yo no me acerco por allí, es una bajadita donde no se da nada”.
COMENTARIO
De nuevo la actitud extraña del anciano. ¿Por qué se abrió la
Tierra solo para esa persona? ¿Un torbellino de espacio tiempo? ¿Seres que succionan hacia el fondo de la tierra?
¿Podría haber sobrevivido el sujeto a esta experiencia? ¿Dónde esta? ¿Cuál el objeto de raptar a un “viejito”? ¿Por qué no se cultiva nada en ese declive de terreno?
Misterios. Misterios.
(*) Entrevista realizada en noviembre de 1976