Usted puede no estar solo cuando duerme.
Las llamadas visitas de dormitorio saltaron a la opinión pública cuando Whitley Strieber publicó Communion (1985) y Budd Hopkins saco a luz su libro: Witnessey (1996).
En ambos se relatan casos reales de abducciones (secuestros), de personas por entes extraterrestres. Muchos de los casos no llegan a eso, pero si son visitadas y les resulta inquietante ya que por lo general son seres de pequeña estatura, grises y con ojos avellanados. Al menos en Guatemala he documentado dos casos en los cuales los protagonistas no eran adictos al fenómeno OVNI o a la literatura asociada a ello.
El documento está plasmado en sendas grabaciones magnetofónicas y los protagonistas fueron personas de corte profesional con absoluta credibilidad.
Las figuras aparecen envueltas en una luz o rayo que las ilumina, parecieran interesadas en investigar al sujeto y en ocasiones les hablan mentalmente. No importa que estén acompañados los protagonistas ya que durante el desarrollo de la escena, la esposa o familiares cercanos duermen tranquilos.
Los profesionales de la sicología los relacionan on manifestaciones oníricas o alucinaciones debidas a trastornos de la conducta, pero a cuestión básica es que a veces dejan huellas en cuerpo de los sujetos, se perciben olores, dejan mensajes sobre astronomía o física, conocimientos que el protagonista no suele tener acceso fácilmente. A continuación un acaso llegado a nuestro correo.
EL TESTIMONIO.
“Cuando tenía unos 10 años un día me sentí con la necesidad de mirar al cielo cada noche, me sentaba en las escaleras y miraba al cielo. Unos días después comencé a hablar mentalmente con el cielo y sin saber como empecé a hablar en plural pero no recibía respuesta alguna sin embargo me sentía muy bien. No sabía a quien le hablaba ni por que. Poco después, una noche normal como siempre cuando me metí en la cama puse el despertador como siempre para ir al colegio, eran las 9:30 de la noche, me tape y apagué la luz. Mi hermana pequeña estaba en su cama al lado mío, fue apagarla. Comencé a notar la obligación de ponerme boca arriba no podía moverme ni hablar, no podía abrir nos ojos y comencé a notar como alguien me observaba. Notaba como se acercaba a mi rostro y se alejaba, también había Flashes como de fotos, poco después comenzaba a notar una gran calma y tranquilidad y un calor por todo el cuerpo.
Notaba como ese alguien se alejaba y ya podía moverme y gritar llamé a mis padres y sólo habían pasado unos cinco minutos que me parecían eternos. Me ocurrió más veces incluso otras veces llegue a notar varias presencias y unas eran como más altas y otras más pequeñas podía sentirlo, las últimas veces incluso me pareció flotar en la cama. Sólo mi familia lo sabe, temo que la gente me tome por loca o paranoica. También me he sentido vigilada estando en la calle o cuando iba a trabajar muchas veces he notado como que alguien me observa y se que están ahí lo que no se es que, ni porque yo o que quieren.
Me han pasado muchas cosas desde que comencé a hablarle al cielo y cuando pasa un tiempo de que no percibo nada lo echo en falta, si me gustaría que me pueda alguien decir si le ha pasado lo mismo o algo parecido para ver que no estoy loca y compartir experiencias por si podemos aclarar algo o entenderlo mejor. Gracias un saludo. S. G”.
Estimada lectora. A usted nuestros agradecimientos por compartir su experiencia. Hemos publicado su nota en busca de compartir con otras personas su caso y que esto pueda servir para comprender que no tienen una conducta alucinada o psicótica. Pronto nos pondremos en contacto para darle soporte y orientación. Grupo GEOP. geopguatemala@gmail.com