Colaborador.

 
Todos los miércoles casi religiosamente disfruto de su segmento “No
estamos solos”. Este miércoles 30 no fue la excepción y usted dejó abierta
la invitación para que se le escribiera con respecto de ese interesante tema de
“El Tiempo”. Es una discusión larga y con muchísimas posibilidades,
pero fue una invitación a divagar, elucubrar sobre el tema y le transmito lo
que hasta el momento se me ha ocurrido. Mañana no se y más adelante menos, pero
por ahora es lo que he pensado.

Evito usar el término “Universal” como por ejemplo “es
universalmente aceptado…” porque me parece pretencioso, no tengo idea de
cómo entenderán las cosas en el resto del universo y si alguna vez hacemos
contacto pues nos enteraremos, mientras tanto:
 
No se si el tiempo exista o no y en realidad no importa. Es un hecho que los
seres humanos creamos y aceptamos el concepto “Tiempo” para poder
medir y ayudarnos a entender muchas de las cosas que suceden a nuestro
alrededor y en el transcurso de nuestras vidas e historias. También y en tanto
no surjan pruebas de lo contrario, es humanamente aceptado que la energía
no se crea ni se destruye, solo se transforma; y que todo es energía.
 
A partir ahí la idea de los “Viajes en el tiempo” se convierten en
una imposibilidad, aunque como todo, relativa.
 

 

Viaje hacia el futuro:
 
Implicaría “movernos” hacia adelante en el tiempo. Si hablamos
metafóricamente diríamos que de alguna manera “nos aceleramos” más
allá de la velocidad de la luz rompiendo las barreras del espacio-tiempo y
entonces “llegamos” al futuro, pero ¿Qué hay en el futuro?… Nada. Y
no hay nada porque no ha sucedido, es un espacio vacío que se irá llenando con
los resultados de infinitas posibles combinaciones de lo que sucede en el
presente. Pero es eso, se irá llenando cuando tenga que suceder. En este
momento, allá en el futuro, no hay nada; es un espacio vacío, para llenar, por
lo que será imposible encontrar nada ahí.
 
Viaje hacia el pasado:
 
Quizás menos improbable pero sólo en teoría. “Movernos” hacia atrás
en el tiempo, metafóricamente hablando y echando mano de la ciencia ficción,
implicaría por ejemplo “acelerarnos” en sentido inverso al tiempo y
el espacio (¿en qué sentido se mueven el espacio y el tiempo?), más allá de la
velocidad luz para romper dichas barreras y ubicarnos en el pasado. De momento
no existe la manera de hacerlo pero en caso de que se lograra, tendríamos que
considerar el hecho de que la energía no se crea ni se destruye… por lo
que nos encontraríamos, a mi parecer, con dos escenarios posibles: 1)
Nada, algo así como un “hoyo negro en el tiempo”; 2) Energía residual.
 
El primer escenario se me ocurre pues dado que la energía no se destruye, la
energía que se utilizó en el pasado se ha ido moviendo, transformando y
evolucionando hasta llegar al presente para construirlo. Es la misma energía
que estaba hace 50 años pero transformada y reubicada en el tiempo y el espacio
por lo tanto, el pasado “se vacía” y lo que está lleno de esa energía
transformada es el presente. Así, en el pasado no hay nada qué encontrar.
Tenemos memoria del pasado por los rastros físicos que han prevalecido: fósiles,
grabados, escritura, tradición oral, escultura, etc. Pero esos rastros que
también son energía, se han transformado y están en el presente, por eso
tenemos acceso a esa energía, ya no están en el pasado por lo que en el pasado
ya no hay nada.
 
El segundo escenario, el de la energía residual, es muy similar al primero pero
en este caso una pequeña porción de esa energía se ha quedado en el pasado. Una
cantidad de energía capaz sólo de conservar cierta información pero incapaz de
construir una realidad, por ello el pasado y el presente no se mezclan. ¿Por
qué podríamos saber de la existencia de la energía residual en el pasado?
Porque las regresiones en estados de hipnosis o algún tipo de trance se han
podido verificar fehacientemente en muchos casos, un total misterio de la mente
humana para los científicos, o ya habríamos podido crear equipos capaces de
conectarse e interpretar la información de esa energía residual. El cerebro
humano, aparentemente sí tiene esa capacidad aunque muy pocos la tengan desarrollada.
En todo caso, si alguna vez se desarrollan esos aparatos podremos obtener
información de extraordinario valor para conocer el pasado y comprender el
presente.
 
Desde luego que en este punto se puede echar mano de la “memoria de la
energía” y tendríamos que no hay energía residual en el pasado sino es la
energía del presente que conserva “datos” del pasado. Esto nos remite
al primer escenario que he propuesto, en el que en el pasado no encontraríamos
nada.
 
Para simplificarlo diré que la vida, la realidad… no es una película en la
que si la regresamos, encontraremos los fotogramas que se quedaron atrás y
podremos volver a verlos una y otra vez. La realidad presente es la energía en
constante transformación que se ha ido moviendo en el tiempo y el espacio para
ubicarse aquí, en este momento y construir la realidad que percibimos, como la
percibimos (otra infinidad de posibilidades).
 
Debido a la explicación anterior hay que volver sobre algunas cuestiones del
futuro.
 

acerca_tiempo2.JPG

 
Clarividencia, Dèjá Vu, Premonición, Precognición:
 
Podría pensarse que son fenómenos de la mente humana que demostrarían que
“existe” un futuro aunque yo expongo que no, que está vacío. ¿Por qué
entonces estos fenómenos tan reales?… Si el futuro se va a llenar de los
resultados de infinitas combinaciones probables de las acciones presentes, lo
que estaría sucediendo es que la mente humana es capaz de realizar estas
combinaciones e infinitos cálculos y plantear un futuro “posible” que
muchas veces coincide. No creo que sea una simple casualidad, pero es un
misterio por ahora indescifrable. Quizás sea una capacidad de la mente humana,
o una capacidad de algunas muy pocas mentes humanas, pero es un hecho que es
posible. El nivel de acierto está determinado por el nivel de desarrollo de esa
capacidad, pero ni quienes han poseído esa capacidad han
podido explicarla.
 
En todo caso estoy seguro que es una cualidad cuyo desarrollo está reservado
para siempre, para muy pocos pues poder predecir el futuro, científicamente,
nos permitiría alterarlo a voluntad o tomar acciones concretas y orientadas a
transformarlo convirtiéndonos en dioses, o algo parecido; y no somos
dioses, tal vez por eso es que lo de la clonación, por más que parece que
funciona, no llega a funcionar del todo. Somos creativos, no creadores.
 
Teoría de las cuerdas:
 
Una propuesta tentadora desde la perspectiva del pasado, presente y futuro
aunque no tiene mucho que ver con el concepto tiempo y sí con el concepto de
realidad. En todo caso pienso que para nosotros, que estamos
delimitados por un espacio-tiempo determinado, si llegamos a tener acceso
a cualquiera de esas dimensiones o realidades alternas encontraríamos que se
han desarrollado, evolucionado y transformado de manera diferente de
nuestra realidad; pero no podríamos ver pasado ni futuro y mucho menos el
nuestro, pues estarían dados en una dimensión o realidad diferente.
 
Finalizando, debo concluir que el único “Tiempo” que los seres
humanos tenemos, es el presente… Hagamos lo mejor que podamos ahora, para que
cuando el futuro llegue, sea algo que valga la pena.
 
Con un saludo atento:
 
Hernán del Valle Jurado

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