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Uno de los fenómenos del misterio y lo insólito lo constituye las coincidencias. La razón es que pese a lo exacto que pretende ser las matemáticas , este tipo de hechos sobre la ley de probabilidad. Todo debido a que para que sucedan tendrían que pasar cientos o quizá miles años para que los invocados
Se enfrentaran a tal fenómeno.
Veamos algunos de los hechos que por si solos son un ejemplo de lo extraño.
- Rostros gemelos increíbles.
El rey italiano Umberto I salió en una ocasión a cenar en Monza, acompañado por su ayudante de campo, el general Emilio Ponzia - Vaglia. Cuando el propietario del restaurante fue a tomar la orden, el rey se dio cuenta de que eran asombrosamente parecidos y entablaron una amena conversación. También habían nacido el 14 de marzo de 1844 en Turín, ambos estaban casados con mujeres de nombre Margherita y el hombre abrió el restaurante el mismo día en que el rey fue coronado.
2, Lo increíble en el cine.
En 1973, Anthony Hopkins fue contratado para actuar en la película La chica de Petrovka, basada en la novela homónima del escritor George Feifer. Hopkins buscaba infructuosamente la novela en las librerías de Londres para leerla y preparar su actuación, cuando encontró una abandonada en un banco de una estación de trenes. Resultó ser la novela personal de Feifer, quien la había prestado a un amigo, a quien se la habían robado del coche.
3, La asombrosa comunicación entre gemelos.
Los gemelos Jim Lewis y Jim Springer fueron adoptados por familias diferentes. De manera independiente, ambas familias adoptivas pusieron a los chicos el nombre de James. Sin conocerse, ambos se hicieron policías, se casaron con mujeres de nombre Linda, cada uno tuvo un hijo (James Alan y James Allan) y se divorciaron, volviendo a casarse con mujeres llamadas Betty.
4. A los famosos también les ocurre.
El psiquiatra Carl Jung relató que en una ocasión estaba tratando a una joven que en un momento crítico le contaba un sueño con un escarabajo oro. Jung sintió un ruido detrás de él y al voltearse, vio que un escarabajo « rose chafer», el más parecido a uno oro que podía hallarse en la ciudad, estaba golpeando el cristal de la ventana, como queriendo entrar al consultorio.
5. OBJETOS QYE CAMINAN .
En 1953, el reportero de televisión Irv Kupcinet se hospedó en el Hotel Savoy de Londres para cubrir la coronación de Elizabeth II. En uno de los cajones de la habitación encontró unos objetos con el nombre de su amigo, el jugador de baloncesto de los Harlem Globetrotters, Harry Hannin, y los guardó para enviárselos. Antes de hacer el envío, Kupcinet recibió una carta de Hannin en la que éste le decía que en una estancia en el Hotel Meurice de París, había encontrado en un cajón de su habitación una corbata con el nombre del periodista.