Siglo30.
El caso podría titularse “El hombre que esquiva las tragedias de Malaysia Airlines”. El hecho no es raro, pero inexplicable. En la historia de los desastres aéreos son reiterados los casos que involucran a personas que por una u otra razón circunstancial no toman los vuelos que terminan por estrellarse. Sucedió en el vuelo 447 de Air France que termino en aguas del Atlántico donde en uno de los casos por atraso de trafico un pasajero no llego a tiempo salvado de esa manera su vida.
De los tantos otro que se puede mencionar es el de dos vuelos de una compañía aérea centroamericana que partían de Miami rumbo al Salvador. Uno hacía escala en Guatemala- El Salvador y el otro el Salvador-Guatemala. En una decisión inusual y teniendo espacio para favorecer a los pasajeros, la compañía dispuso que para facilidad y no hacer escalas, que quienes lo desearan tomaran el vuelo que los conduciría sin hacer espera a sus respectivos países. Quienes iban rumo al Salvador vía Guatemala, se cambiaron y viceversa. Los infortunados que tomaron el avión al Salvador murieron al estrellarse este en un cerro cercano a la capital, mientras que los otros que iban escala Salvador-Guatemala, se salvaron.
Se supo otro caso reciente el de Maarten de Jonge quien 'salvó' su vida dos veces tras cambiar a última hora de billete y no coger el avión derribado en Ucrania y el que desapareció con 229 personas a bordo, ambos de la Malasia Air.
Se puede decir que a Maarten de Jonge la suerte le sonríe. Debe sentirse afortunado. El ciclista holandés 'salvó' su vida tras no coger el avión que fue derribado en Ucrania por un misil y que acabó con la vida de 298 personas.
El holandés, que corre para el equipo malayo Terengganu Cycling Team, cambió el billete a última hora porque encontró un vuelo mucho más barato que el del trágico accidente. "Tenía pensado volver el jueves a Malasia porque mi madre y mis amigos tenían tiempo para acercarme al aeropuerto. Pero encontré un vuelo 300 euros más barato y decidí cambiarlo", cuenta el ciclista en declaraciones a la aerolínea KLM.
"Era bastante caro, de más de mil euros. Por tanto el querer economizar fue lo que me salvó la vida. Iba a competir en el Tour de Taiwán. Escogí un vuelo distinto. Todos me llamaron para ver si estaba vivo", dijo el holandés que ve como por segunda vez en pocos meses evita la muerte.
Y es que, el corredor del Terengganu Cycling Team también tuvo billetes para el vuelo de la compañía malaya que desapareció el pasado mes de marzo con 229 pasajeros a bordo. Según la prensa local, en aquella ocasión también salvó la vida porque a última hora decidió escoger un vuelo que no tenía escala. "Es realmente extraño que por segunda vez no haya cogido un vuelo rumbo al desastre", manifestó el ciclista holandés.
Sea como fuere, lo cierto es que de Jonge puede ser afortunado en la tierra. La vida le ha regalado dos oportunidades en pocos meses y ahora pone rumbo a Asia para continuar con sus competiciones.
¿A lo largo de nuestra vida hay miles de circunstancias que de no haber ocurrido estaríamos viviendo vidas distintas en lo familiar, lo laboral, profesional o simplemente en nuestra rutina diaria.