Así es el titulo de un comentario que hace la analista Yaiza Martinez, acerca de un libro de conferencias dictadas y de al menos una de ellas publicada en forma póstuma del astrónomo Carl Sagan, por su esposa Ann Druyan.
Según Martinez, Sagan reflexionó sobre el papel de la ciencia, el peligro del fundamentalismo religioso y la necesidad humana de vivir en una búsqueda continua, aceptando los descubrimientos científicos sobre el universo y nosotros mismos.
De el autor de libros de ciencia ficción y ganador del premio Pulitzer nos llama poderosamente la atención, haber dicho: “Creo que si alguna vez alcanzamos un punto en que creemos que comprendemos a fondo quienes somos y de donde venimos, nos estaremos equivocando”.
En un comentario publicado en el diario The Herald Tribune, Dennis Overbye escribe: Sagan siempre incitó a la gente para que pensara en todas las posibilidades que había entre los miles de millones de estrellas del universo, al igual que entre todas las conexiones neuronales de nuestro cerebro.
Interesante símil, particularmente para quienes se orientan como lo hizo René Descartes, si no a desechar, por lo menos cuestionarse y cuestionar el exterior, siguiendo la escuela de Jung.
Agrega Overbye que Sagan, considerado uno de los mas elocuentes agnósticos de la historia, durante toda su vida defendió que la ciencia debía probar y preguntar sin límites, incluso aquellas ideas defendidas por las religiones.
Aunque esto no precisamente lo pueden hacer los científicos pues algunos pseudos prefieren la comodidad o han vendido su conciencia a los intereses de corporaciones que se autodenominan religiosas, como lo hemos comentado en varios artículos en esta página de lo insólito y de lo increíble.
Overbye dice mas adelante que, después de la muerte del astrónomo, en 1996, la sociedad norteamericana se encaminó por derroteros poco constructivos. Sagan, en dichas conferencias, señaló que la ciencia es, al menos, en parte, un culto instruido cosa que no la religión sino imposición por dogma y en durante la conquista, impuesta por la espada antecediendo la cruz.
Encontramos convergencia de pensamiento al decir Sagan que la religión puede en ocasiones, engendrar esperanza e incluso defender verdades sociales pero, que resulta curioso que ninguna de las naciones supuestamente cristiana haya adoptado nunca, una regla de oro como base de su política exterior, mientras que en la era nuclear, la política elegida por Estados Unidos es la destrucción mutua asegurada, conocida por sus siglas en ingles Mad, también conocida como 1+1=0.
Otros datos que interesarán al lector sobre la obra de Sagan cuyo título es “La diversidad de la experiencia científica: una visión personal de la búsqueda de Dios”, es haberse preguntado que: “si Dios creó el universo, ¿por qué dejó tan escasas evidencias? O ¿Por qué Dios es tan claro en la Biblia y tan oscuro en el mundo?.
Al referirse a la búsqueda de esta comprensión, Sagan comentó que, “esta debe ser un intento continuo de aceptar el universo tal y como es realmente, no de imponerle nuestras predisposiciones emocionales. Se trata, subrayó, de asumir lo que nuestra exploración de él nos descubre.”
Sobre la pregunta de que creía Sagan de la región y de Dios, respondía que: “depende de lo que se entienda por Dios.
Carlos Ramírez Ortiz
FUENTE: TENDENCIAS RELIGIOSAS, TENDENCIAS 21