GUANAJUATO.
Corresponsal Siglo XXX
Acambaro Gto .
La historia de nuestro planeta de la cual
tenemos datos mas o menos fidedignos, comparada con la de su existencia
anterior, se asemeja a un grano de arena en una playa de mar. Es un panorama resplandeciente de luz y de vida,
que se condensa más y más cubriendo el
horizonte de nubes cada vez mas pesadas y amenazadoras ante las nuevas interrogantes
sobre nuestro pasado la cual a medida
que progresan las investigaciones se convierten en una negra e impenetrable
noche.
UN MISTERIO PARA LA CIENCIA.
Querer averiguar los que sucedió hace millones
de años no es tarea fácil, sobre todo si
se trata de atenerse solo a hechos estrictamente comprobados por los hombres de
ciencia. Estos se fundan para ellos, en hallazgos de fósiles, flora y fauna y
observaciones geológicas hechas en capas y mantos que envuelven a la tierra, interpretando así lo que con precisión y fidelidad es registro en su diario de nuestra madre, la tierra.
El desarrollo y progreso de la ciencia es
parecido a un gigantesco y complicado mosaico cuya obra imperfecta nunca
termina lo que constituye para los investigadores serios de los enigmas, un
mayor atractivo de sus retos lo cual se agrega como un pequeño granito con el
solo punto de vista diferente en vestigios que asombran a muchos y son ridiculizados
por otros. Lo que parece ser insignificante pudiera servir a los que nos
sucedan para encontrar la verdad.
LA FIGURAS DE ACAMBARO, GUANAJUATO.
Las misteriosas figurillas de Acambaro que se
encuentran en el Museo Waldemar Julsrud siguen atrayendo la atención de
investigadores internacionales que al igual que las Piedras ICA del Perú, muestran una relación hombre y bestias
conviviendo de manera común, reflejando una posible domesticación para diversos
fines.
Pero, en este entorno del pasado coexistieron
distintas razas de seres humanos y aun más seres de extraña apariencia que la
ciencia no define tal vez por no aceptar intervenciones externas en la evolución
humana.
Así lo Manifestó el Director de este Museo Daniel
Reynaert Leyere quien dijo que estas
piezas que están en exhibición tienen una antigüedad de mas de 3.500 años A.C.
según estudios realizados en el extranjero.
Esto incrementa su veracidad por lo que considera
lo valioso que son para esclarecer nuestro pasado.
Entre las razas representadas en las figuras
hay; Mongoles, Chinos, Tibetanos, Australianos, Malayos, figuran también en
esta colección, dijo, las razas de pueblos distantes que Vivian alrededor del mar Mediterráneo, del Norte de África, de
Asia Menor y Sur Europea. De esta manera
hay Negroides, abisinios, Semitas, Egipcios, hombres barbados tipo Español,
griegos de Raza Germánica, vikingos o Atlántidas y las razas que poblaron este
lugar destacando las 7 tribus Nahuatlacas.
Esta mezcla de razas y culturas nos lleva
a comprender el por que de tanta
similitud de religiones y costumbres entre el continente americano y los otros
pues se deduce que en este lugar se llevo en un pasado remoto alguna reunión de
carácter divisorio del planeta.
UNA EXPLICACIÓN FUERA DE SERIE.
En esta hipótesis subraya Daniel intervinieron
seres o agentes externos quienes testificaron y dieron validez a la reunión y
aceptaron pacíficamente sus territorios
quedando constancia de esto en las figuras de arcilla que muestran a estos
seres en su total dimensión.
Figuras femeninas y masculinos que nada tienen
que ver con las humanas. Seres
representados en sus naves portando escafandras tipo buzo o astronautas, seres con aletas en vez de pies, grandes
cráneos y de diversos tamaños seres que a simple vista se ven mas desarrollados
en todos los aspectos.
Allí están las incógnitas vivientes, cada
figura es un reto a la inteligencia humana pero aun más a la imaginación que en
ocasiones se eleva hasta los confines del espacio sideral en busca de la respuesta
la cual puede ser que en el pasado esos
seres prometieron regresar tal vez para aclarar de una vez por todas nuestro
origen y destino de nuestra raza, la
raza que convivió con ellos y que en cierto tiempo perdió el contacto.
Posiblemente la respuesta a esta gran interrogante sea la decodificación
de estas figuras que la ciencia se niega a reconocer como fidedignas, pero que en su interior al igual que toda la
raza humana eleven su mirada al cielo en busca de la señal que un día llegara y
que esta escrito todos seremos testigos de este acontecimiento.
Extraña figura mostrada a nuestro corresponsal
en el museo de Acambaro., Guanajuato.
Figura humanoide de una mujer con rostro
deforme a semejanza de un alienígena,
Figurilla en Acamabro con extraño parecido a
un tocado Egipcio.
Nuestro corresponsal Eulogio Soto investiga
los hallazgos insólitos en el Museo de Acambaro, Gto.
Fachada del museo desde donde nuestro enviado
Eulogio Soto, recabó información trascendental para la historia de nuestro
planeta.