Eduardo Mendoza Palacios
Seguramente quienes entiendan de historia reconocerán a Gregorio de Tours (538 – 594), autor de la “Historia Francorum”. De su obra vamos a extraer tres datos que nos parecen susceptibles en nuestro Archivo de lo Increíble de Siglo 30.
584 – “...se vieron en el cielo rayos brillantes de luz que parecían entrecruzarse. Chocaban unos con otros, después se separaban y se desvanecían”.
585 – “En el mes de septiembre, personas han visto signos parecidos a rayos o cúpulas que se acostumbran a ver. Corren velozmente por el cielo”.
587 – “Durante dos noche seguidas vimos en el cielo una especie de nube muy luminosa que tenía forma de capucha”.
MÁS REFERENCIAS: ¿DRAGONES EN EL CIELO?
1130 y 1142 – “Dragones voladores flamígeros, han pasado sobre Praga, Checoslovaquia (Vecerni Praha)”.Nota: Esta es una referencia clara a lo que modernamente se ha llamado “oleadas”, son periodos de tiempo en que aparecen más cantidad de OVNIS.
1 de enero de 1254 – Algunos monjes de la abadía de Saint Albas, Inglaterra, vieron de noche en el cielo “una especie de nave grande de forma elegante, bien aparejada y maravilloso color”.
Agosto de 1290 – Henry, prior de la Abadía de Byland (Yorshire), junto a otros compañeros presas de asombro vieron “un enorme disco plateado que pasaba lentamente sobre ellos”. Nota: La referencia no puede ser más clara comparada con lo que hoy se han llamado “platillos volantes”.
1320 – Al morir el abad de Durham, el día de San Gregorio, un objeto luminoso llegó hasta el interior de la iglesia de San Leonardo donde había sido inhumado. “La luz descendió, se desplazo y luego se fue”. Nota: El fenómeno hace referencia exacta a lo hoy se conoce como los llamados “foofighter” , “cazas o bolas voladoras” vistas muy a menudo durante la segunda guerra mundial y en numerosas oportunidades por testigos en tierra.
La referencia a luces con desplazamiento inteligente, es clara. La descripción de lo que hoy es común en los avistamientos ovni, no deja duda. La referencia del prior Henry y su asombro al ver un “enorme disco” que pasó tan cerca de ellos, no deja nada a la imaginación acerca de lo que vieron.
Es extraordinario como la configuración sigue presente en nuestro tiempo y para ese entonces toma diversos nombres como: cúpulas, capuchas, escudos volantes o discos en el cielo.
Los escépticos argumentan cual es la razón que el fenómeno de los no identificados dure tanto tiempo y siga igual, tomando distintos nombres a lo largo de la historia. ¿Será imaginación? ¿Una simple historia literaria? ¿Un pasatiempo de la gente inculta? ¿Superstición? ¿Una mala interpretación?
Es ingenuo que alguien piense que quienes dejaron su impronta para la posteridad, lo hayan hecho solo para divertirse. Lo seguro es que algo vieron y tal como hoy era gente que sabía que aquello no era normal y así lo consignaron en su pluma, tal como lo hicieron con datos históricos que hoy se toman como referencias para conocer nuestro pasado. El misterio reside no en la autenticidad de los hechos, si no en lo que es. Así que las soberbias palabras de Abraham Lincoln son fulminantes: “Usted uede engañar a todo el mundo por algún tiempo. Puede engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puede engañar a todo el mundo, todo el tiempo”.EMP