El Fanatismo
El Fanatismo

Miles de adeptos a sectas que predican la llegada inminente del final de los tiempos, han roto todo contacto con la realidad. Durante los últimos años muchos de ellos han perdido la vida en suicidios y matanzas rituales, todos manipulados por turbios gurús y líderes.

El caso más reciente se dio en octubre de 1993 donde murieron cincuenta y cuatro personas pertenecientes a la orden del Templo Solar en Suiza y Canadá. El iluminado: Luc Jouret. La noticia recorrió el mundo y llenó titulares de periódicos y noticiarios de televisión. Hacía dos años que el líder venía profetizando el fin del mundo. Esa tarde de octubre cincuenta y cuatro personas tomaron la decisión de inmolarse, pues en su mente no cabía la menor duda: el mundo tocaba a su fin. Estaban sumergidos en un profundo fanatismo. Lo mismo sucedió el 28 de febrero de 1994, cuando un grupo de agentes norteamericanos, ante las reiteradas denuncias, allanaron un rancho en el Monte Carmelo, sede de la secta de los seguidores del mesías David Koresh. Luego de cincuenta y un días de asedio y ante la arremetida de las fuerzas del FBI, el santón que se creía Jesucristo encarnado en pleno Siglo XX, ordenó a sus seguidores inmolarse. Este hecho fue transmitido en vivo por casi todas las cadenas de televisión de los Estados Unidos, El autor tuvo la oportunidad de narrar para radio el acontecimiento. Fue terrible ver como en escasos quince minutos mujeres, hombres y niños eran consumidos por las llamas; todo debido a la orden del mensajero del fin del mundo. Fue horroroso ver como los seguidores de David Koresh se quemaban vivos, simple y sencillamente por un fenómeno que se titula fanatismo. Cuando una persona pasa de ser un religioso, un adepto, un creyente, un miembro, un asistente, a ser un fanático, se torna peligroso.

Es bueno saberlo pues hoy día y quizá al lado suyo exista uno sin que usted lo identifique y lo peor. sin que él mismo lo reconozca. El fenómeno puede tener fases, aun cuando existan diferencias convergen en lo mismo. Uno se puede preguntar: ¿qué es lo que lleva a una persona al fanatismo? ¿Qué es lo que hace que un individuo por intermedio de su carisma convierta a otros en fanáticos? Fanatismo-carisma es la cuestión.

El fanatismo era hasta hace poco algo exclusivamente restringido a las ideologías religiosas o políticas, sin embargo, en el presente siglo aparece fuertemente ligado al culto a la personalidad. Esto quiere decir unido a ídolos del deporte, la música, el arte o cualquier otra actividad humana. Rodolfo Valentino, Elvis Presley, Los Beatles, Marilyn Monroe, Madonna, Casius Clay, Picasso, Dalí, Pelé, Maradona, incluso a héroes ficticios de los comics como los Power Ranger.

El fan muchas veces no juzga la calidad del líder o héroe, partiendo de una fe ciega y el fenómeno psicológico del contacto físico-contagio psíquico, llega a gritar e incluso a agredir a otros miembros de la muchedumbre, De igual manera ninguna doctrina, buena o mala, está libre de ser desfigurada por algunos que se convierten en fanáticos. Muchos de estos se transforman en verdaderos psicópatas (la secta de la Verdad Suprema en Japón), cometiendo atropellos que llegan al crimen.

George Bernard Shaw con su particular ironía juzgaba los desmanes sangrientos provocados por los fanáticos diciendo: Mueren más personas en defensa de principios, que por falta de ellos.

Quizá desde el punto de vista psicológico, el fanatismo no constituya una enfermedad mental, sino una estructura, esto debido a que tiene un componente más ambiental y causal. El fanático es un subproducto de la Humanidad. Puede aparecer como un severo reformador religioso, un salvador dentro del caos político y social de una nación o simplemente dentro de grupos cerrados y de escaso alcance social. Líderes religiosos en busca de liberar la Tierra Santa, enviaron a los cruzados a una guerra salvaje y bárbara, donde el mandamiento No Matarás quedó olvidado. Hitler y sus partidarios (secta de Thule), crearon una teoría de excepcionalidad donde el germano buscaba al superhombre. Aun cuando no constituya una regla general, la ignorancia es excelente materia prima para la fe exagerada.

Existe una corriente psicológica que mantiene que cualquier individuo puede ser convertido en un fanático si es sometido a un intenso condicionamiento. Esto acontece en algunas sectas protestantes o dentro del islamismo. También se une la tesis de que todo individuo sugestionable, excitable y con poca capacidad de raciocinio es susceptible a convertirse. No parece que existan ciertas características genéticas que hagan de un individuo un fanático.

Se ha visto personas ciegas por una fe basada en lo irracional; pero son profesionales egresados de una universidad. Existen casos de personas con excelente posición económica y que derrochan su fortuna en el sostenimiento de una religión o secta. Los hay que sin tener vinculación directa o interés especifico alguno, se suicidan porque su equipo de futbol pierde un encuentro. Pueden ser las frustraciones, los desencantos de la vida, la desorientación, el bombardeo a través de los medios colectivos de comunicación, pero por sobre todo pareciera ser una locura gratificante: todo fanático necesita de una fuerte motivación y que al mismo tiempo constituya una especie de antítesis para justificar su odio.

No se pueden calificar de neuróticos, sería demasiado simple. Las condiciones de cada época o las ambientales del momento son detonantes para formar un fanático. No es enfermedad individual sino social. Existen los que se les llama idiotas útiles, son los reprimidos que tienen dificultad para asumir su rol en la sociedad. No son capaces de manejar sus problemas y ponen una existencia en manos del líder, pastor o iluminado. Una característica es que todo lo que se opone a su creencia ciega, no es válido e incluso es condenable. Quizá una de las últimas características es su personalidad mórbida, la cual puede fácilmente cambiar de una a otra creencia.

El fanático puede parecer la persona más su normal creencia. del Nada mundo podrá hasta evitar que se le siente fanatismo agredido en tanto en no se logre destruir el medio en que se desarrolla: el hambre, la guerra, las enfermedades y por sobre todo la intención de manipular por parte de ingeniosos y aprovechados líderes con intereses personales o de organización.

¿Cómo comprender por qué algunos individuos ejercen influencia sobre las multitudes? Esta interrogante ha fascinado a los estudiosos del tema Es largo y complicado el estudio sobre esto y basta decir que se han expuesto varias teorías al respecto.

David Hume, Blas Pascal, Mill, Nietzsche, Max Weber, Emile Durkheim, Freud; unas veces se ponen de acuerdo y otras discrepan sobre el tema. Existe un interesante volumen de Charles Lindholm que lleva precisamente este título Carisma, al cual se remite al lector, para ampliar el conocimiento sobre este difícil asunto.

Sin embargo, y de manera general, el líder hace suyo al adepto. Por las características antes expuestas se produce una identificación miembro maestro. El que posee carisma cuenta con todo aquello de lo que carece el que le sigue. Existe una luz de esperanza de poder alcanzar aquello que pasa a ser propiedad suya: la habilidad Kinésica y de lenguaje termina por producir el fenómeno. El homo religiosus está hecho para eso, para adorar y reverenciar, en este caso no a un Dios sino a un ser humano, al fin y al cabo, es su intermediario. En algunos casos más tangibles. En resumen, el fanático termina por ser despersonalizado por el líder, pastor o iluminado. Ya no es él, si no parte de…