Las cosas suelen desaparecer (ver artículo sobre este tema en archivo de esta página) y por que no, aparecer tiempo después. Hay algunas que no se les vuelve a ver jamás. Este es el caso de la Legión Romana Hispana.
Era una columna de infantería con un promedio de 4 mil hombres y estaba destinada a poner en orden al territorio de la Britannia, con lo cual tuvo que arrasar con la resistencia de Boudicca la cual acaudillaba el movimiento contra el imperio romano. Desde luego que todos sus integrantes eran fieros hombres de batalla, pero el destino les deparaba un futuro incierto.
La historia de esta , la Legion IX Hispana, ha perturbado a los estudiosos durante años y ha quedado como ejemplo supremo de misterio militar. La "Hispana" tiene su orígenes en hombres que lucharon a las órdenes de Julio Cesar en la Galia entre los años 58-49 a.C. La crónica nos dice que en el año 13 d.C. fue trasladada a los Balcanes y en el 43 d.C. el Emperador Claudio se fijó en ella para acompañarle a la conquista de Britannia. El último dato que se tiene es que pasaron por el enclave conocido hoy como Dunblane y de allí … nada más.
Un dato fiel es que luego de derrotas infringidas por la aguerrida gente de Boudicca, se recompuso
Está fue enviada en el 117 d.C. (muchos años después de la derrota), a sofocar otro levantamiento de las tribus en territorio de Escocia. Cuando se internaba en el país los mensajeros (era costumbre enviarlos para saber la posición y estado de los soldados), dejaron de llegar con noticias. Es allí donde la Legión desapareció sin dejar rastro. Por cientos de años nada pudo aclarar el misterio de miles de hombres que se esfumaron para siempre.
La teoría más novedosa, y que podría resultar la más convincente, es que la unidad marchó hacia el norte y simplemente no volvió. Esta versión de los hechos ha sido el tema central de la novela “Eagle of the ninth” de Rosemary Sutcliff (1964). Como siempre los escépticos hilvanaron hipótesis sobre lo ocurrido, una de ellas con mayor sustento fue el haber encontrado el Águila Silchester, la que algunos identificaron como la del estandarte de la Legión. Otros piensan que hubo una masiva deserción y los soldados se fueron a lados tan lejanos como Capadocia. Lo cierto del caso es que hasta hoy nadie puede decir con certeza lo que sucedió. Hay que recordar que en aquellos tiempo se llevaba una fiel crónica de cada una de las expediciones y batallas sostenidas, sin embargo rebuscando una explicación algunos piensan que para no manchar el prestigio del imperio y el emperador, los historiadores no dijeron nada.
Sin ser doctos en la materia, creo que cualquier explicación suena prosaica ante semejante suceso. En primer lugar una columna de cuatro mil hombres no es común o lógico que se esfume sin dejar rastro. En algún sitio al paso de tantos soldados, alguien los ve y lo relata. Siempre quedan vestigios ya sea armamento o cuerpos (osamentas), lo que da testimonio de que allí quedaron y por supuesto aporta una explicación de lo sucedido.
La supuesta aparición de un águila de bronce e identificada como símbolo de la Legión, no nos dice nada comparando el descubrimiento con las miles de cosas que debieron dejar tiradas a su paso.
El único relato que quizá aporte una explicación es el de vecinos del área de Dunblane (trayectoria donde debieron pasar), quienes en septiembre de 1974 despertaron sobresaltados. Detrás de sus casas se escuchaba un ruido sordo que poco a poco iba creciendo. Pronto la urbanización Mckerracher se vio envuelta en un suceso de otro mundo. Lo describieron como ruido de pasos y carretas que seguramente eran producidas por cientos de hombres cuando caminan. Los animales del pueblo, perros y gatos quedaron petrificados como si estuvieran viendo algo espectral, algo que sus amos no podían ver.
¿Qué fue lo que sucedió? ¿Eran los espectros de soldados de la IX Legión Hispana?
El caso no es único y sucedió con parte del ejercito de Alejandro cuando regresaba de sus conquistas en la India, los aldeanos del pueblo esquimal de Angikuni o la colonia inglesa de la isla Roanake, Carolina del Norte.
¿A dónde van miles de hombres o aldeas completas? Lo único que podemos expresar es: ¡Quien sabe donde!