El   14 de febrero de 1967  el coronel de aviación civil  A.C. llevando como copiloto al capitán Carlos S. (+),  se enfrentaron a una experiencia inusual.  Posiblemente es uno de los primeros casos en la historia OVNI, donde una tripulación y su aparato comercial se vio frente a una colisión en pleno vuelo.

La mañana de ese día todo fue normal en el despegue de un DC4            de la compañía nacional “AVIATECA”. La ruta programada  era del aeropuerto internacional La Aurora en la capital Guatemalteca, hacia el aeropuerto  Benito Juárez en el D.F., México.

Como es normal para esa época es verano en el trópico, el tiempo era relativamente bueno.  La nave impulsada por hélice  estaba a la mitad de su itinerario, volaba sobre Oaxaca.   De improviso el Coronel A. C. vio un objeto en forma de copa de color negro,  justo frente al morro de su aparato.  Su copiloto se puso nervioso e incluso se asusto.  Como excelente profesional hizo un viraje brusco y según lo refirió realizo una “gota de agua”, para cerciorarse de que era lo que estaba allí.

“Los pilotos estamos acostumbrados a ver cosas volando, incluso  papeles  a  miles de pies de altura, pero eso no era nada conocido” – dijo en una entrevista a través del canal 2 de Tele Sistema Mexicano.

Inmediatamente después del avistamiento se comunico con la torre de control del aeropuerto Benito Juárez, donde a su llegada estaban multitud de periodistas esperándolo.

El coronel A.C. ofreció dos únicas entrevistas acerca de su experiencia.  Una de ellas a la televisión Mexicana con el Lic. Pedro Ferríz y otra a Canal 3 de Guatemala al locutor Cesar Romero.  Por cierto que la entrevista en México duro casi dos horas.

Luego en charla privada Con este servidor,  no  hablaría  más en público sobre este asunto.

Los encuentros con lo desconocido involucraron a otros dos pilotos Guatemaltecos en una ruta distinta.   Los pilotos aviadores Oscar Ruiz M. y Julio A. Peña iban rumbo a Miami, Florida.  Volaban sobre el Atlántico a 12 mil pies de altura.  El tiempo despejado y poca nubosidad. De pronto sobre las 2  (lenguaje utilizado por los aviadores para ubicar una dirección según un reloj imaginario), observaron claramente una especie de dirigible plateado. “Era inmenso y reflejaba claramente la luz del sol” - dijo uno de ellos. “Nunca lo dejamos, siempre estuvo allí, aparentemente iba a la misma velocidad que nosotros.  Desapareció entre la nubes, debió tener un tamaño de unos tres o cuatro aviones comerciales juntos,  parecía estar siendo piloteado a gran velocidad”

El Coronel Antonio B.  Director de Aeronáutica Civil varias veces, me confeso haber recibido innumerables reportes de pilotos que en  Guatemala  que se enfrentaron a lo extraño.  Incluso el pudo ver sobre  el departamento de El Peten (al norte de la república), una brillante luz anaranjada que se bifurcó en dos en forma horizontal. “Fue como si dos aparatos tomaran rumbos diferentes en la clara noche donde navegaban”.   Del mismo modo me relató  como en su periodo de instrucción en una base militar estadounidense, disparando en misión de entrenamiento a una determinada estrella, uno de estos puntos elegidos se movió en forma increíble.

El suceso más reciente de encuentros cercanos entre aviones y ovnis en Guatemala, es el caso que se titulo “El vuelo 510”, en el cual  existe la grabación magnetofónica entre el piloto de un 767 y la torre de control del aeropuerto internacional La Aurora.  Cinta que refleja todo el dramatismo de una tripulación que por 110 millas, tuvo un objeto no identificado al frente de su nave.  Este caso lo dejaremos para un próximo artículo.