Los motivos de las recientes olas de frío.

Fuente:TheBostonGlobe
Febrero 04, 2003

 

Por su interés reproducimos aquí en excelente artículo publicado 7 años
atrás, año en que como ahora el frío y la nieve se abate contra la parte norte
del planeta.


Cuando un frente
ártico congela dos terceras partes de EEUU y mata a centenares de personas en
Bangladesh, algunas respuestas pueden provenir de los cambios en el mismo
Artico. En primer lugar, por si le cabían dudas, estamos en una temporada de
frío inusualmente fuerte, con nevadas y registros de temperatura cayendo a lo
largo del Sur de los Estados Unidos. Las condiciones son peligrosas (y algunas
veces trágicas) ya que peatones y vagabundos” encaran duros vientos y un
glacial “”tiempo ortopédico”. Témpanos helados están bloqueando
los puertos de Lituania, vientos y tormentas baten Europa, Portugal se está
congelando, Vietnam ha perdido la tercera parte de su cosecha de arroz y el frío
ha causado cerca de 2.000 muertos en la usualmente templada región del sur
asiático. Como algunos científicos han avisado, el calentamiento global está
lleno de sorpresas. El calentamiento en la pasada mitad del siglo pasado ha
traído extremos en el tiempo y comportamiento errático de éste. ! Algunos
climatólogos están cada vez más preocupados por la estabilidad del sistema
climático en sí mismo y su potencial de cambios bruscos hacia estados mucho más
calientes o incluso mucho más fríos. ¿Podemos comprender la actual ola de frío
?

Parte de la explicación proviene de los
cambios que ocurren en el extremo norte.

El calentamiento causa que el hielo se
funda, formando agua dulce muy fría. La inyección en cantidades crecientes de
agua dulce y fría al océano puede afectar a los patrones del tiempo así como a
la circulación global oceánica.

El calentamiento
reciente en el Hemisferio Norte ha fundido una enorme cantidad de hielo en el
Polo Norte. Desde la pasada década de los ’70 la capa de hielo del Polo Norte
se ha reducido casi a la mitad.

Una segunda fuente de
agua fría reciente viene de Groenlandia, en donde el hielo continental se está
fundiendo en altitudes mas elevadas cada año. Parte de esta agua fundida
escurre por las grietas de los glaciares, lubricando la base, acelerando
“ríos” de hielo e incrementando el potencial de un deslizamiento
repentino.

Una tercera fuente de
agua fresca reciente cae con la lluvia en latitudes altas. El calentamiento de
los océanos acelera el ciclo del agua, incrementando la evaporación. La propia
atmósfera recalentada puede también tener y transportar más vapor de agua desde
las latitudes bajas a las altas. El agua que cae sobre tierra aumenta la
descarga de los cinco principales ríos Siberianos en el Ártico, y el agua que
cae directamente sobre el océano añade incluso más agua dulce a la superficie
del mismo.

Las aguas fría y con
poca sal del Atlántico Norte aceleran los vientos transatlánticos, y este es un
factor adicional que provoca frentes fríos por el este de los US y a lo largo
de Europa y Asia.

 

Es demasiado pronto para saber por cuanto se prolongará el actual
periodo de frentes fríos (*)
y será necesario más tiempo y análisis
posterior para descubrir todos los factores que contribuyen a la ola de frío.
Pero el hielo mismo, así como el polen y los fósiles marinos han revelado que
inversiones frías han interrumpido tendencias de calentamiento en el pasado.

frio2.JPG 

El Océano del
Atlántico Norte puede perder sal hasta un punto en el cual la bomba de agua
profunda, -es decir, el hundimiento del agua muy salada producida al formarse
el hielo en el Ártico que succiona hacia el norte a la Corriente del Golfo-,
hasta un punto en el que no haya la sal suficiente para mantener el ciclo de
bombeo. Hace 13.000 años, cuando el planeta estaba emergiendo del último Máximo
Glacial y las capas de hielo continental se estaban deshelando, la Corriente
del Golfo bruscamente cambio su curso y se dirigió directamente a Francia. El
Hemisferio Norte se recongeló -durante los siguientes 1300 años- hasta que las temperaturas
saltaron de nuevo, en unos cuantos años, calentando el mundo hasta su estado
presente.

En los últimos años
la parte más septentrional del Atlántico Norte ha perdido concentración salina
y desde 1950 la riada profunda entre Islandia y Escocia hacia el fondo oceánico
se ha aminorado un 20 %.

Ya que las
inversiones frías ocurren naturalmente, es posible preguntarse hasta donde la
acción humana puede influenciar también estos ciclos.

La variabilidad
natural y la influencia humana conjuntamente pueden explicar los cambios
observados en el Atlántico Norte. Cálculos (de ciclos orbitales) indican que
nuestro actual agradable régimen climático no debería acabar por causas naturales
hasta dentro de unos miles de años. Pero debido a la quema de combustibles
fósiles los niveles atmosféricos de dióxido de carbono son ahora mayores que en
cualquier otra etapa del último medio millón de años. El crecimiento reciente
de la concentración de de los gases de invernadero que atrapan el calor emitido
por la superficie de la Tierra esta forzando el sistema climático hacia nuevas
direcciones y por mares inexplorados.

frio3.JPG La noticia
esperanzadora es que los sistemas inestables pueden ser reestabilizados. Pero
se precisan reducciones sustanciales en las emisiones de gases de invernadero
durante las próximas décadas para estabilizar las concentraciones atmosféricas
y reducir las fuerzas que causadas por el ser humano están presionando el
sistema climático. Para cambiar la
dirección en la que vamos, necesitamos primero frenar. Y frenar significa
quemar mucho menos carbón, petróleo y gas y cortar muchos menos árboles.

Se necesitan
incentivos considerables para resolver simultáneamente los problemas
energéticos, medioambientales y económicos. Pero un desarrollo limpio basado en
fuentes renovables de energía puede ser el motor de crecimiento para este siglo
21 y proporcionar la mejor garantía para un futuro más saludable, más estable y
más seguro.

Por Paul R. Epstein y James J. McCarthy
* Dr.
Paul R. Epstein es director asociado del Centro para la Salud y el
Medioambiente Global en la Harvard Medical School.

* James J. McCarthy es profesor de
oceanografía en la Universidad de Harvard y fue copresidente de el Grupo de
Trabajo II del IPCC 2001

NOTA DE SIGLO XXX.

 Hemos deseado resaltar la quizá sentencia hecha por lo distinguidos
profesores y autores de este artículo (*), ya que como lo planteas los entendidos
en corrientes marinas, el fenómeno es impredecible.  Quizá llegue el momento crucial en las
corrientes de agua dulce vertidas al océano por calentamiento (Polo Norte y
Groenlandia), además del agua fresca que cae en latitudes altas la cual
incrementa la evaporación y descarga de ríos hacia el mar,  ocasione la poca salinidad del océano y un
solo cambio brusco de corriente del golfo ya no sea la misma. Si agregamos a
esto las emisiones de gases producidas por las industrias y otras actividades
humanas… Entonces los fríos de ahora y que parecieran cíclicos de los meses de
diciembre y enero únicamente , se alarguen a todo el año, produciendo una especie
de glaciación que durará quizá cientos de años. ¡Que su imaginación vuele
ahora! Imagine el lector como la humanidad actual podría sobrevivir, sin llegar
a un retroceso en su actual sistema de vida.

frio4.JPG 

Termómetro que marca
un grado y medio sobre cero (07:00 horas), esto en un residencial de San Lucas
Sacatepéquez, Guatemala,  a 2,100 mts.
sobre el nivel del mar. Ocurrió durante la segunda semana de enero de
2010.  Por la madrugada se calcula que
bajo a los cero grados.   

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