¿VIVIMOS EN EL FUTURO?
¿VIVIMOS EN EL FUTURO?

Se ha hecho usted en alguna ocasión la anterior pregunta? Si es así: ¿Cuál ha sido la respuesta? Hay cuestiones en las cuales la mente se niega a contestar, a veces para no caer en ridículo y otras para no sentir pánico.
 

Se ha hecho usted en alguna ocasión la anterior pregunta? Si es así: ¿Cuál ha sido la respuesta? Hay cuestiones en las cuales la mente se niega a contestar, a veces para no caer en ridículo y otras para no sentir pánico.
 

La tan debatida cuestión de viajar en el tiempo, tanto hacia el pasado como en el futuro, tiene ya siglos de discusión. Existen algunos que afirman haberlo realizado, mientras hay quienes la sola idea la recriminan con el calificativo de irracional. Pero... ¿es posible tal cuestión? ¿podría una persona el día menos pensado tomar unas vacaciones en la edad media o en el período jurásico (165 a 130 millones de años atrás) Son ya varios escritores que han tocado este tema, desde luego dentro de la llamada literatura de ciencia-ficción. Uno de ellos es Marften, quien a sus lectores propone un safari en busca de mamuts. ¿Existe alguna posibilidad de viajar hacia el futuro? Al paso que va la tecnología y la ciencia, se puede deducir que es casi posible con la teoría de los “Agujeros de Gusano” . Hasta ahora han sido muchos los científicos que abordan este tema, estudiándolo con el interés de hacerlo realidad. Albert Einstein, mostró que la astronáutica, nos puede llevar hacia el dominio del tiempo. El astrónomo y profesor soviético Kosirev, declaró que la técnica humana pronto nos permitirá manipular el tiempo.

El poder viajar hacia el futuro, induce la idea de que en este momento, cada ser humano, existe también en otra dimensión de tiempo y espacio. Si por ejemplo a José Francisco, le dieran la oportunidad de viajar hacia delante en el tiempo, podría verse un año después, quizá cinco o 20. observaría lo que él estaría haciendo antes de que realmente lo hiciera. Pero he aquí la pregunta... ¿Qué lo hiciera? El José Francisco del año 2001 (30 años adelante), estaría de hecho viviendo, sería un ente independiente, actuaría con absoluta naturalidad en su momento de vida. Sin embargo, José Francisco vive en 1971, lo único es que escapó por un instante de su tiempo para trasladarse hacia otro año y lugar.

Tal cuestión resulta difícil de entender, pero lo interesante es la respuesta a la pregunta de que si existe el futuro. Es lógico que nosotros aceptemos la idea de que vivimos miles de momentos, tantos como situaciones tengamos en la vida. Dentro de esto, creo que acontecimientos no ocurridos aún, al menos para nosotros, pueden ser vistos con antelación de lo contrario la premonición sería un fraude. Hay personas que han visto el futuro, sin recurrir desde luego a enormes y complicadas máquinas del tiempo. Ellas han presenciado acontecimientos que están por venir. ¿Cómo es que se prestan estos fenómenos? Hasta ahora nadie lo sabe aún es algo que podríamos situar dentro de nuestro mundo insólito.

Hipótesis sobre la explicación del significado del pasado, presente y futuro las hay muchas. Que pensarían si solo existieran presentes, infinito número de presentes. En cada uno de ellos cada ser determina la suerte del siguiente presente. Es como decir que vivimos miles de vidas distintas, donde cada cosa que hacemos incide sobre lo demás... tomando en cuenta esta idea, un ser que pueda viajar en el tiempo, esto es una velocidad increíble, podrá visitar todos los presentes, comenzando en el día de su nacimiento, hasta llegar al día de su muerte, no obstante él, en su presente seguirá viviendo como si nada.

Otras de las cuestiones difíciles de resolver en esto es: si existen ya hechos enmarcados en un futuro; ¿está la suerte de cada uno de nosotros ya hecha? El presidente americano Lincoln pudo ver su trágica muerte. Nostradamus se anticipó por decenas de años a los acontecimientos. Los astrólogos pretenden tener conocimiento del futuro, etc.

Aparte de lo que hasta aquí hemos expuesto, existen no cabe duda mucho más complicaciones derivadas de tales asuntos. Si una persona pudiera viajar hasta otro tiempo, que importancia tendrían las cosas que realizara. Por ejemplo si nuestro José Francisco llegara a verse en el año 3,000 y tomara nota de todo lo que ocurre, avances científicos, modos de vida y otras cosas, para luego ponerlo en práctica en su tiempo. Es seguro que el resultado sería catastrófico ya que trastornaría la historia de toda la humanidad.

A cada paso que damos, más parece que estamos en el terreno de la tira cómica del periódico, que de la realidad científica, sin embargo el tiempo que vivimos hoy, quedó imborrablemente grabado en su esfera.

Existe constantemente, ya que gracias a él; somos lo que somos actualmente. Esta cuestión no puede ser rebatida. Para cerrar este real laberinto de ideas, vamos a explicar como se puede viajar en el tiempo por medio de la velocidad.

Supongamos que hoy sábado salimos en ferrocarril hacia una población que dista unas dos horas. En este punto, si disponemos de un vehículo más rápido, por ejemplo un avión tipo jet, nos regresaría a la capital en cuestión de algunos minutos. Disponiendo de medios más rápidos podríamos retornar en algunos segundos. Si aumentamos la velocidad, podríamos retornar en el mismo instante de abordar en tren. La velocidad aumenta y nos encontramos en el momento que salimos de casa o quizás en día viernes. De esa misma forma podríamos viajar hacia delante en el tiempo, siempre haciendo uso de la velocidad.

Pero, ¿qué velocidad sería suficiente para lograr esto? Pues, tendría que ser superior a la de la luz, según se ha calculado. ¿Viajar más rápido que la luz? ¡Espantoso e irrealizable! Sondas impulsadas por antimateria, vehículos movidos por taquiónes, naves lanzadas por un inmenso poder mental... tales son algunas de las hipótesis para lograr semejantes velocidades. Sería interesantísimo detallar sobre cada una de estas teorías; pero el espacio pone freno a nuestras ansiedades.

Sería realmente fantástico que algún día pudiera alguien viajar en el tiempo. También sería fantástico y catastrófico los resultados, al momento de que alguien cambiara algo del pasado o el futuro. Tal vez esto ya ocurrió cuando pensamos en la misteriosa, inexplicable y brusca desaparición de las grandes culturas Mayas, Incas o de la misma Atlántida.

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