LA TABLA OUIJA Y EL ANILLO
LA TABLA OUIJA Y EL ANILLO

El origen de la tabla ouija es ciertamente incierto. Algunos investigadores piensan que se remontan a los tiempos de los romanos cuando estos realizaban sus experiencias con péndulos que deletreaban las palabras. Posiblemente fue en la edad media cuando se introdujo la plancheta y la tabla con el abecedario. Existe el hecho de que en innumerables personas se dedican a su práctica y uso. La pregunta básica es : ¿Hablan los espíritus en la tabla ouija? El siguiente relato está relacionado con dichas experiencias y espero realmente que les guste y saquen, por supuesto, sus conclusiones.
 

El origen de la tabla ouija es ciertamente incierto. Algunos investigadores piensan que se remontan a los tiempos de los romanos cuando estos realizaban sus experiencias con péndulos que deletreaban las palabras. Posiblemente fue en la edad media cuando se introdujo la plancheta y la tabla con el abecedario. Existe el hecho de que en innumerables personas se dedican a su práctica y uso. La pregunta básica es : ¿Hablan los espíritus en la tabla ouija? El siguiente relato está relacionado con dichas experiencias y espero realmente que les guste y saquen, por supuesto, sus conclusiones.
 

En las fechas de exámenes finales, y sobre todo si son de graduación, cuando joven uno siempre piensa en muchas cosas. Rosa Alvarado, quizás para distraerse o para realmente saber su futuro, cierto día viernes, del mes de agosto de 1971, propuso a unas amigas jugar la misteriosa tabla ouija. Estudiaban todas en la escuela del Comercio y fue allí, en unos de sus salones donde se llevó a cabo el juego. Todo era silencio y, después de colocar el instrumento y el vaso, Rosa preguntó: ¿Existe algún espíritu que este dispuesto a contestarnos?... el silencio era sepulcral y de nuevo la pregunta fue hecha. Poco a poco, el vaso empezó a moverse primero lentamente y después aprisa. Establecido el contacto, muchas preguntas se hicieron en aquella oportunidad: casamientos futuros, posibilidades de dinero y, por sobre todo, de ganar los exámenes. Rosa, al igual que otra compañera, dudaba de la veracidad de que alguien del más allá, estuviera contestando, pero, a falta de una prueba definitiva, así quedó todo aquella tarde.

La joven, muy impresionada por todo aquello, aunque dudando, llegó a su casa en la zona 5. como la curiosidad era mucha, le dijo a su hermano que hiciera otra vez la prueba, pero él se opuso a ello. Sería como las nueve de la noche, cuando esto sucedió.

Rosa dijo entonces que iba a limpiar unos utensilios de cocina y para ello se quito el anillo de graduación (propiedad de su novio) el cual dejo sobre una cómoda de no mucha altura. Fue allí donde la escalofriante experiencia ocurrió. Los dos muchachos vieron como el anillo comenzaba a moverse solo. Daba vueltas y parecía estar animado por una fuerza extraña. Luego de moverse y juguetear, cayó desde aquella altura. Ambos pusieron la mano para impedirlo, puesto que inconscientemente, sabían que se podía quebrar la piedra. A pesar de que el esfuerzo fue excelente y la dirección adecuada, el anillo no pasó por el lugar. Misteriosamente sonó en el suelo y se movió más de la cuenta. Ciando Rosa lo recogió, la piedra estaba hecha añicos. La única razón por la que hubiera sido posible, era que alguien la golpeara con algo pesado, ya que estaba prácticamente hecha polvo.

La joven se preguntaba si aquello no era la contestación a su pregunta, pero aún dudaba de lo que sus ojos habían visto.

Días después, Rosa salió con su mamá hacia el centro de la ciudad. El propósito eran comprar algunas cosas en el portal del comercio. Desde luego hay que hacer la aclaración que el anillo fue reparado y Rosa lo llevaba en aquella oportunidad. Cuando miraba unas blusas en la vitrina de un almacén, la muchacha, instintivamente, tocó el anillo de su prometido. Estaba en su dedo y sin problema alguno.

Pasaba por donde hay una venta de muy sabrosos helados, cuando, por sorpresa, la joven quiso tocar de nuevo el anillo y ya no estaba en su lugar. Aquello era realmente imposible, pues hacia media cuadra lo llevaba puesto. No era robo, debido a que siempre había tenido su cartera tomada con aquella mano y en esa forma el dichoso anillo no podía haberse caído sin que la cartera hubiera sido soltada.

Desde esa fecha, la argolla nunca apareció, por más que la buscaron, jamás se supo de ella. ¿Fue la respuesta definitiva para Rosa? ¿Serían los espíritus los que se la llevaron? Esto solo lo sabrá ella, ya que cuando todo haya terminado, es posible que encuentre al fin el anillo, porque alguien se lo muestre como muestra que lo increíble existe..

Deja una respuesta