¿DE DONDE VENIMOS?
Si viajar al universo profundo es una invitación a la locura, la inmersión en el mundo de las subpartículas es una aberración y la demencia total. En los dos artículos anteriores llevamos al lector hacia la existencia de elementos infinitesimales, mas pequeños que el átomo y sus integrantes el electrón y el protón. Los físicos fueron mas allá y descubrieron un universo mas pequeño, el de la partículas subatómicas y de salto en salto llegaron hasta los “quarks” de nuevo hay que recordar que estas extrañas cosas, “aparecen de la nada y vuelven a la nada” esto provoca la pregunta: ¿existe algo más pequeño? Lo anterior podría parecer igual a lo que los astrónomos y religiosos se vienen preguntando: ¿existe algo mas allá?
En 1985 un físico revolucionario de Princenton se planto frente a decenas de los mejores del mundo y dicto una magistral conferencia sobre una nueva forma de ver el universo.
Ed Witten hablo por primera vez sobre algo que seria la ultima estructura de la materia. En otras palabras lo que estaría bajo los quarks, el las llamo “supercuerdas”. Imaginarlas es imposible, además son mas pequeñas que lo mas pequeño hasta hora pensado. Trabajaremos con un ejemplo: el núcleo de un átomo es diez a la veinte potencia mas pequeño que la tierra donde vivimos. La supercuerda es diez a la veinte mas pequeño que un núcleo atómico. Los mismos físicos tienen problema al desear crear una imagen mental de esas extrañas cosas. Lo cierto es que cada vez nos distanciamos más de lo que vemos y tocamos. Lo cierto del asunto es que las cuatro fuerzas básicas que mueven el universo, por ejemplo la gravedad (incomprensible aun) podrían tener su origen allí.
LA CEBEZA NOS DA VUELTAS
La física de hoy tiene varios niveles y hasta este momento estaríamos en el primero. El segundo reto es el estudio de la relación entre los campos de energía y estos insólitos objetos, las subparticulas, la llamada “simetría”.
El tercer nivel es la relación de los grupos de simetría y la pregunta ¿cómo se interpretan en el espacio, no en el de tres dimensiones, si no de diez? Recordemos que no estamos hablando de una novela de ciencia ficción, es de hipótesis planteadas por científicos de mente abierta y receptiva. Así llegamos al cuarto nivel, por ahora el ultimo, el mundo de las supercuerdas. Estas y su comportamiento provocarían la aparición de grupos de simetría y vuelta al inicio pues se relacionarían con las fuerzas de la materia, lo cual explicaría el comportamiento de las subparticulas atómicas y luego de los átomos.
Pensar que una supercuerda es pensar en una especie de lazo que se curva y se mueve en un espacio de diez dimensiones de simetría y esto es prácticamente es no decir nada. Si todo esto que manejan los físicos renegados es cierto, la cuestión del origen del universo no es tan sencilla como lo seria una simple explosión de una petardo navideño universal.
Vivimos entonces en un espacio de nueve dimensiones espaciales y una temporal. La teoría de la supercuerda es la gran candidata a la “Gran Unificación”, la cual pretende reunir las cuatro fuerzas básicas en una sola formulación (Schwartz y Green).
La gran explosión no surgió de un indefenso átomo de hidrógeno, si no fue de las supercuerdas las que colapsaron y se compactificaron desapareciendo seis de las diez dimensiones. Así quedaron solo cuatro, tres espaciales y una temporal. Pero aun así: ¿dónde están ahora las seis que desaparecieron de nuestra vista?
Sencillo, formamos parte de ellas, pero son impenetrables ya que se encuentran mezcladas en un espacio extremadamente pequeño el cual para poder viajar por ellas se necesitarían crear agujeros de gusano. Lo más fantástico es que pareciera que en forma natural o por algún designio una voz en la oscuridad dijo que surgieran y continúan surgiendo tanto que a veces se reúnen todas en el espacio de la punta de una aguja. Miles de millones de ellos apretados y por allí están siendo succionados, como cuando se hecha al agua de un retrete, objetos de este mundo, al menos del que hoy vemos, que se van para nosotros a la nada .
Es aquí donde reiteramos que no es tan fantástico lo que vemos sobre nuestras cabezas, si no lo que no vemos bajo nuestros pies. Si alguien ahora nos preguntara y...... después de todo este alboroto: ¿qué diablos?
¡La energía .... la energía, señores y señoras! Quizá la frase: ¡que la fuerza te proteja! En la serie “Star Wars” resulte después de todo cierta. Esta fuerza de creación daría lugar a otras dimensiones y esta es otra de las hipótesis malditas, la pluralidad de universos. Así que de ahora en adelante a lo mejor ya no tengamos necesidad de telescopios para encontrar el origen de todo lo que vemos, si no de grandes microscopios... ¡Amen!