La incomoda leyenda de la papisa Juana fue por ese motivo ocultada?.
Aunque se reconoce su valor dentro de la fe, a las mujeres todavía se les cierran las puertas del papado y del sacerdocio en la Iglesia Católica.
La ausencia de una mujer al frente del Vaticano, algo que aparentemente nunca ha sucedido a lo largo de la historia.
Aunque la Iglesia católica, nunca se ha permitido que una mujer acceda una posición de tanto poder como el papado; esta restricción ha sido tema de debate tanto dentro como fuera del mundo religioso.
¿Por qué una mujer no puede ser sumo pontífice?
El Código de Derecho Canónico, que es el que recoge las normas y reglas que sigue la Iglesia, establece que solo un varón puede ser elegido papa, ya que debe reunir los requisitos para ser obispo de Roma, y el episcopado está reservado únicamente a hombres. Esto implica que una mujer no puede acceder al pontificado, pues no puede ser ordenada como obispa ni, por tanto, elegida como sucesora de Pedro.
Además, la Iglesia Católica sostiene que el papa debe ser parte del clero ordenado, lo que requiere haber sido sacerdote previamente. Dado que el sacerdocio ministerial está reservado a los hombres, ninguna mujer puede cumplir con esta condición. Aunque ha habido avances y el Papa Francisco fue un gran defensor en la inclusión de mujeres en otras funciones eclesiásticas, como en el Consejo de Economía del Vaticano, el papado permanece exclusivamente masculino, por lo que por el momento esto parece imposible.
La Iglesia Católica considera que no tiene autoridad para conferir el sacerdocio ministerial a mujeres, como lo reafirmó Juan Pablo II en la carta Ordinatio Sacerdotalis hace más de 30 años. Según esta postura, la elección de solo hombres por parte de Cristo para que fueran sus apóstoles no fue fruto de condiciones culturales, sociales o discriminación de género, sino una expresión de su voluntad divina.
Aunque se reconoce la igualdad de dignidad entre hombres y mujeres dentro de la fe, el sacerdocio ministerial no se considera un derecho, sino una vocación específica determinada por Dios. Por ello, las mujeres participan activamente en la Iglesia a través de otros servicios, pero sin acceder a la ordenación sacerdotal.
En las escrituras, la mujer desempeña un papel fundamental y significativo, mostrando su importancia a través de diversas facetas. Desde ser testigos clave de la vida y muerte de Jesús, hasta ser portadoras de la imagen de Dios y agentes de cambio, las mujeres en las escrituras no solo son figuras marginales, sino que desempeñan un papel central en la historia de la salvación.
Los argumentos son subjetivos ante la presencia de la mujer en las escrituras como Eva, Sara, María , María Magdalena, El argumento de que los grandes profetas no tuvieron esposas así como Jesús y Dios es cuestionable ya que Abraham padre de las 12 tribus si la tubo y Salomón 400 .
El Señor escogió como apóstoles a doce varones. Le seguían y servían mujeres-algunas más fieles y enérgicas que los apóstoles-, pero no las llamó al ministerio sacerdotal. los Evangelios dan testimonio más que suficiente
afirmar que la elección exclusiva de varones fue un hecho y no manifestación de una voluntad expresa y perdurable: la Revelación se nos comunica con palabras y con obras, y además no solo consta en la Escritura, sino también en la Tradición En
la Iglesia primitiva eran frecuentes las sacerdotisa, las vestales, etc., y, en cambio, las diaconisas de la Iglesia solo realizaban oficios asistenciales, de preparación catequista, etc. No hay precedente alguno sobre el sacerdocio de la mujer.
El reconocimiento del valor del sacerdocio común de los fieles, la responsabilidad de todos los cristianos en la misión única de la Iglesia, exigen la presencia activa de la mujer en todos los ministerios eclesiásticos.
Dios ha dispuesto los miembros en el cuerpo, que es la Iglesia, y solo Dios sabe las razones que tuvo para hacerlo.