¿SIGNOS DE LOS TIEMPOS FINALES?
Eduardo Mendoza P.
Siglo XXX.
Maremoto en Indonesia frena rotación de la tierra y provoca miles de muertos. Grandes movimientos sísmicos en Japón, Taiwán, Pakistán, Haití y Chile en menos de un mes. El de chile corre 3 metros la ubicación de ciudades y pueblos,
ya no están geográficamente donde se las localizaba Grandes nevadas inusuales paralizan al noreste de los Estados Unidos, casi toda Europa y lluvias torrenciales se abaten contra esa región del mundo. En ciudades como Guatemala, Juárez, San Salvador, Caracas y otras más, mueren a diario decenas de personas a manos de la delincuencia. Conflictos que amenazan la estabilidad nuclear enfrentan a Estados Unidos, Corea del Norte, China. Irán y Rusia. En la política se enfrentan Venezuela, Colombia, Israel y Palestina entre otros. La gente ya no vive tranquila y con algún grado de paranoia generalizada sale de sus viviendas. En Nigeria mueren a machetazos más de 500 personas, todo por motivos religiosos. Los países implementan medidas estrictas de protección contra el terrorismo internacional. Grupos radicales y fundamentalistas atacan en varios países, incluyendo la misma Jerusalén, centro del cristianismo y segunda capital del Islam. Existe pánico por que los terroristas puedan acceder en algún momento a una cabeza nuclear o el secuestro de aviones comerciales. Los polos se derriten más rápido de lo esperado, Australia recibe una precipitación pluvial en tres días, lo que abarcaría un año. El Océano se calienta. Miles de especies desaparecen o están en peligro de extinción, el agua dulce del planeta comienza a escasear. Un asteroide, el Apophis, en el 2036, amenaza con crear el día del juicio final. Microorganismos desconocidos mutan o aparecen creando pandemias y provocando la idea del Virus del fin del Mundo. Los temas sobre el final cautivan a los medios de difusión, basta mencionar uno solo, el 2012. Millones de jóvenes rinden culto a ideas, corrientes y música que se oponen a la religiosidad y el culto edificante.
La economía mundial se tambalea, los precios del petróleo suben hasta las nubes, miles de empresas grandes y pequeñas quiebran, el nivel de desempleo crece. No hay gobierno que no tenga en su frente la marca de la corrupción. Ciertamente el panorama no puede ser más proclive a pensar que el final de los tiempos está cerca. ¿Realmente está cerca?
LAS PROFECÍAS.
Si algo ha atormentado al ser humano son los avisos del Fin del Mundo, desde el célebre Apocalipsis, las Pitonisas, llegando hasta Nostradamus. La idea es que así como todo nace, algún día todo tendrá que terminar. Quizá el libro al que más se recurre sea el colocado al final de la Biblia, la famosa visión y escrito de Juan. Son imágenes más que reveladoras y hoy día levantadas con la mano por pastores que atemorizan a sus fieles, muchos de ellos en la plena conciencia de no saber la fecha, pero si la amenaza y consecuencia dramática para poder pasar el sombrero a los que los siguen.
Las interpretaciones apocalípticas de Juan son las mas utilizadas aún cuando la palabra solo signifique “Revelación” y no catástrofe. Libros enteros son escritos y difundidos bajo la corriente cristiana y en los cuales se le encuentra a cada cosa mala que camina sobre la tierra, relación con la escritura. Todos los pueblos y culturas del mundo tiene su Apocalipsis, toda cosmogonía habla de final de todo, el crujir de dientes, la noche final, el retorno de los mesías y sabios y el surgimiento de una nueva era. En varias oportunidades hasta se ha puesto fechas precisas para que todo termine, tal el caso de William Miller. Hasta ahora nada catastrófico ha ocurrido, el mundo sigue girando como si nada, pese al retraso de milisegundos, la desviación de su eje, la temperatura que sube, las declaraciones verbales de guerra, las masacres y el desorden social.
ANTECEDENTES DE LA CATÁSTROFE.
Se acercaba el año 999 y nadie en el planeta para aquel entonces habitado por los cristianos creía que valía la pena cultivar nada, para que si el mundo iba a terminar. Llegado el año mil, miles de personas se agolparon a las iglesias y esperaron las donde de la noche rezando, encendiendo candelas y quemando incienso. Todo mientras al otro lado, los orientales continuaban su vida como si nada.
Con un salto gigantesco pasamos mil años más y hoy la angustia se cambio por la celebración, la llegada del año 2,000 fue menos aterradora, salvo para pequeños grupos de Davidianos, Puerta del Cielo, Raelianos. Orden del Templo Solar. Aum Shinrikyo, Peoples Temple,
entre otras con el titulo de las más locas y peligrosas del mundo.
La gran pregunta es si estamos a la puerta del final de todo, lo que si es cierto es que para miles o quizá millones la cosa es sería y no hay duda la cosa está cerca.
EL RELOJ DEL FIN DEL MUNDO.
El invierno nuclear, terremotos, tsunamis, calentamiento global, asteroides vagabundos y erráticos, enfermedades, hambre, guerras, violencia y muerte, todo mueve la manecilla minutero del Reloj del Fin del Mundo. ¿Pero que es el reloj del fin del Mundo? ¿Realmente existe? ¿Quién lo construyó? ¿Quién le da cuerda?
Por si usted no lo sabía en el número 6042 de la calle Kimbark , Chicago , E.U. , existe una casa. Su frente no es muy diferente a las otras, ladrillos y color amarillo. Se sube por una escalera y en el segundo piso hay una habitación casi vacía, pero con un reloj muy especial. Si nos fijamos la hora no coincidirá con la del nuestro, es más, su aguja que marca los minutos no se mueve. Para algunos que no saben donde están, el reloj está descompuesto. Si usted quiere saber que es lo que marca ahora, quizá sea el Filo de la Media Noche, posiblemente 5 minutos antes de las doce. Usted está en la sede de El Boletín de Científicos Nucleares. Es un comité de hombres de ciencia que fue formado a raíz del final de la segunda guerra mundial y el comienzo de la guerra fría. Su manecilla grande señala lo que falta para el conflicto final, el gran invierno, la guerra atómica. Cada acontecimiento político hostil o cada acuerdo de paz, adelanta a atrasa su minutero. Si usted se pregunta donde está ahora, posiblemente a 5 minutos.
Hoy día ya no marca solo las amenazas nucleares, se ha extendido a todas aquellas que indican que el día del juicio final sobrevendrá. Posiblemente en el 2036 este a tan solo a un minuto, quizá no espere tanto y cuando Irán estalle su primer artefacto nuclear, la aguja se ponga a dos minutos y si China lo respalda la cosa podría ser 30 segundos. Pero lo cierto del asunto es que el mundo termine y no de tan siquiera espacio para que alguno de los científicos levante la mano para mover el minutero y colocarlo a las 12 de la media noche.
Así que duerma tranquilo que hasta ahora la aguja permanece serenamente quieta, lo mejor que nos puede pasar a la mitad de los 6, 600 millones que habitamos esta tierra, es que al cerrar nuestros ojos hoy por la noche, ya no los abramos en este mundo, si no a saber en cual, esto de existir la otra vida. La otra mitad podrá ver en vivo y en directo como nuestro planeta muere y con el todo lo que existe sobre su superficie. ¡Qué dios nos agarre confesados!