Lugar: Apia, Samoa Occidental.
El Joyita era de envergadura modesta, pero su capitán y tripulación lo consideraban insumergible. Aquel viaje quedaría marcado para la historia, era una travesía de 500 kilómetros rumbo a una isla vecina. Luego de no saber nada de la embarcación, la búsqueda se inició. Para principios de noviembre fue localizado y es allí donde la historia del barco quedo sellada para siempre.En su cubierta se encontró una toldilla para recoger agua de lluvia. Al pare cer una tubería lo daño y lo hizo inoperable. El Joyita contaba con un forro de corcho que de hecho lo hubiera mantenido a flote indefinidamente, tal como sucedió al haber sido encontrado. Se encontró que el radio estaba averiado y uno de los motores también. Extrañamente se encontraron unas vendas manchadas de sangre. Todo estaba es su lugar, pero nadie de la tripulación, ni tan siquiera un mensaje.
El capitán Dusty Miller y sus marineros jamás aparecieron sobre la superficie del mar o de la tierra.
Los expertos marineros dijeron que era inexplicable como ellos tomaron la decisión de abandonar el barco. El tiempo era relativamente bueno, el Joyita nunca se hubiera hundido y por si fuera poco la trayectoria no era apartada del transito de otros barcos.
¿A dónde fueron a parar?
COMENTARIO:
Los navegantes eran hombres expertos y no fácilmente hubieran tomado una decisión precipitada o se hubieran asustado. La mejor opción lógica era permanecer a bordo. ¿Por qué nunca se encontró vestigios de sus cuerpos? ¿Por qué no dejar un mensaje de lo que sucedió o al menos el punto donde fue abandonado el barco?
Misterios... Misterios.