UN FILOSOFO Y SU HIPOPÓTAMO VAN AL CIELO.
UN FILOSOFO Y SU HIPOPÓTAMO VAN AL CIELO.

Este es un comentario con citas,  sobre uno de los grandes enigmas de la humanidad.

“La vida después de la Muerte”.

Hace unos meses en uno de mis viajes encontré un libro que me llamó la atención sobremanera. No es que los mil y uno que guardo en mis libreras no lo haya logrado en algún momento, si no por que este trata el tema en  forma seria y carácter filosófico,  y la otra por que lo hace con mucho humor.   Lo cierto del asunto es que hay en muchas de las referencias propias del autor y otras que se toman de otros destacados personajes del mundo, las  ayudan al desarrollo de la obra.  Llama todo a un profundo sentimiento de análisis que llama poderosamente a la reflexión.  Entremos en detalle.

Este es un comentario con citas,  sobre uno de los grandes enigmas de la humanidad.

“La vida después de la Muerte”.

Hace unos meses en uno de mis viajes encontré un libro que me llamó la atención sobremanera. No es que los mil y uno que guardo en mis libreras no lo haya logrado en algún momento, si no por que este trata el tema en  forma seria y carácter filosófico,  y la otra por que lo hace con mucho humor.   Lo cierto del asunto es que hay en muchas de las referencias propias del autor y otras que se toman de otros destacados personajes del mundo, las  ayudan al desarrollo de la obra.  Llama todo a un profundo sentimiento de análisis que llama poderosamente a la reflexión.  Entremos en detalle.

Los autores Thomas Cathcart y Daniel Klein, amigos desde hace 50 años, ambos filósofos de la Universidad de Harvard.  Uno nacido en una familia orientada a lo religioso y el otro a la ciencia.  En tono cómico, pero serio, en el inicio hace mención a quien consideran como su mentor filosófico.  ¿Imaginen quien es? Pues nada menos que Woody Allen el extraordinario productor y actor de cine.  En el inicio de su obra hace referencia a las  palabras de este personaje:  “Es imposible experimentar la propia muerte de manera objetiva y no desafinar”.

Continúan reflexionado: “Contemplar nuestra propia muerte nos dará un susto de muerte”.  Siguen  de la siguiente manera: ¿Cómo debería afectar la conciencia al modo en que vivimos esta vida”  ¿Tendrá nuestra existencia (en el más allá), un significado distinto? Después de uno o dos milenos ¿Nos vencerá el hastío existencial (en otras palabras nos aburriríamos), y anhelaríamos que todo acabase?  Nota: Lo encerrado entre paréntesis es introducido por este servidor.

El libro plantea el tema de la inmortalidad y lo sitúan en un aspecto terrestre, el cual es quizá con certeza  lo único que podemos pensar de este asunto. Los autores se preguntan si podemos seguir viviendo inmortalmente  y lo llevan a la mente de los demás.   “Todo lo que hay que hacer es llamar a un escultor (para poner nuestra esfinge), en algún parque.   Otra cosa que puede ser es: un edificio o avenida con nuestro nombre o una larga biografía escrita por un profesor de Yale, redondeada con una fotografía”

En su obra realizan un recorrido por lo que los filósofos han pensado con respecto al alma (objeto que nosotros creemos sobrevive a la muerte).   Dice que en la demostración Tales  había  observado con gran agudeza que la diferencia entre un vivo y un muerto es que el segundo no se mueve.

Otra cosa interesente es que dan números estadísticos de lo que la gente piensa del otro mundo.  “La mayoría de la gente esta convencida que en la otra vida estamos exentos de dolor, más de algún predicador destaca que no se paga alquiler y que no hay que temer el desalojo.  La mayoría está convencida de que la vida en el cielo esta llena de habitantes que no envejecen y que pueden comer sin temor a engordar.  La mayoría piensan que todos tienen el mismo aspecto que tenían en su encarnación terrenal, aun cuando muchos creen que no corre sangre en sus venas y de allí arriba la gente (de allí) puede atravesar las paredes “

“La mayoría que creen en le cielo (la existencia en el más allá), están convencidos que pasamos por que hemos confesado nuestros pecados (o nos hemos arrepentido)”   Según los autores esto es como una especie de pasaporte que nos asegura el transito.  

Puedo seguir con las referencias, pero mejor es leer la obra la cual reitero nos hace reflexionar profundamente en aspectos que muchas veces no reflexionamos. 

EMP 

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