Hemos intentado establecer el origen del espionaje en el mundo pero se ha hecho un tanto difícil aunque recordamos algunas notas de hace varios años y que respaldan datos histórico que el autor de Robinson Crusoe, el británico Daniel Defoe había trabajado como tal además de ser periodista y escritor.
Recordamos asimismo que el ingles Bayden Powell, como parte de su carrera militar, antes de interesarse en el proyecto del escultismo, también ejerció como espía.
Para su orientación citamos lo que significa ese oficio:
Se denomina espionaje a la práctica y al conjunto de técnicas asociadas a la obtención de información confidencial. Las técnicas comunes del espionaje han sido históricamente la infiltración, el soborno y el chantaje.
La infiltración consiste en la utilización de una persona, denominada topo, cuyo cometido básico es ganarse la confianza de aquellos que poseen la información para tener acceso a la misma.
El soborno es la compra de la información con dinero u otros medios, aunque también se ha utilizado la coacción para obtenerla, técnica que se denomina chantaje generalmente mediante la obtención de información de carácter personal acerca del chantajeado, que éste no desea que se haga pública.
Esto suena como aquella frase de que “en el amor y la guerra todo se vale” porque en las siguientes líneas refrescaremos su memoria o en ultima instancia aportaremos información acerca de este ejercicio que también es practicado por el Estado Vaticano.
Antes de ello, referimos que el Vaticano tiene una larga pero larga historia de hechos totalmente opuestos a lo que representa, intrigas, violencia, muertes nunca esclarecidas, incesto como ocurrió durante el papado de Alejandro VI el cabeza de la familia Borja o Borgia.
Una versión registrada en enciclopedias internacionales asegura que era una familia como que se nacionalizó Italiana pero de origen español.
Respecto a esta familia una versión la califica como la más corrupta de la historia.
Pero de ella nos ocuparemos en otra entrega, porque hablaremos de aparato de inteligencia o espionaje o servicio secreto del Vaticano.
Este, según el investigador Eric Frattini, fue creado con el nombre de “la santa alianza” por el Papa Pío v, en 1566 y tuvo como objetivo asesinar a Isabel de Inglaterra por ser protestante
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Desde luego que perder un terreno para el catolicismo, no podía ser permitido por la autoridad eclesiástica y como suelen decir algunos para dorar la píldora y deshacerse de la negra historia, el espionaje y sus acciones fueron respaldadas por Pio V, el vicario de Cristo.
La investigación de Frattini encontró entre otros hechos notables que tuvieron lugar durante el pontificado de Juan Pablo II que murió el 2 de Abril del 2005, es decir, acontecimientos recientes, que vendió misíles exocet a la dictadura Argentina utilizados en la guerra de las Malvinas por intermedio de la compañía Bellatrix y un certificado de Paúl Marcinkus, jefe de la banca Vaticana dueña del 58% de Bellatrix.
En ese tiempo era jefe del servicio secreto o espionaje el cardenal Luiggi Poggi quien utilizó el dinero para financiar el sindicato Solidaridad y a su dirigente Lech Walesa de Polonia, tierra natal de Karol Wojtila.
El Vaticano financió a la dictadura Argentina, la dictadura de los Somoza, la de los Duvalier en Haití y la de El Salvador, entre otras muchas, cuando la Santa Alianza contó con el apoyo de la Agencia Central de Inteligencia, CIA, de Estados Unidos. Menuda historia, no?
Continuará..........
Carlos Ramírez Ortiz