EL SOLDADO FILIPINO TELETRANSPORTADO (2da parte), LAS PRUEBAS.
EL SOLDADO FILIPINO TELETRANSPORTADO (2da parte), LAS PRUEBAS.

Siglo 30 – Eduardo Mendoza P.

RECAPITULANDO LA INCRIBLE HISTORIA.

La mañana del 25 de Octubre de 1593 apareció en la Plaza Mayor de México un soldado paseandose con su arcabuz al hombro, y preguntando a todo cuanto pasaba el clásico “¿quien vive?”, como si estuviera de guardia en una fortaleza. No obstante se notó que su uniforme no era similar al de los soldados de la guarnición de la ciudad. El soldado contó una historia que en ese momento se tomó por increíble: aseguraba haber estado de guardia la noche anterior en una garita de la muralla de Manila (islas Filipinas, entonces bajo dominación española) y que de pronto, se encontró en esa Plaza, a la cual no reconocía pues juraba que conocía toda la ciudad de Manila como la palma de su mano. Hasta ese momento el soldado pensaba que estaba aún en Manila cuando se le informó que se hallaba en México, la capital del Virreinato de Nueva España ¡a 8,000 millas marinas de distancia (unos 15,000 kms).

Siglo 30 – Eduardo Mendoza P.

RECAPITULANDO LA INCRIBLE HISTORIA.

La mañana del 25 de Octubre de 1593 apareció en la Plaza Mayor de México un soldado paseandose con su arcabuz al hombro, y preguntando a todo cuanto pasaba el clásico “¿quien vive?”, como si estuviera de guardia en una fortaleza. No obstante se notó que su uniforme no era similar al de los soldados de la guarnición de la ciudad. El soldado contó una historia que en ese momento se tomó por increíble: aseguraba haber estado de guardia la noche anterior en una garita de la muralla de Manila (islas Filipinas, entonces bajo dominación española) y que de pronto, se encontró en esa Plaza, a la cual no reconocía pues juraba que conocía toda la ciudad de Manila como la palma de su mano. Hasta ese momento el soldado pensaba que estaba aún en Manila cuando se le informó que se hallaba en México, la capital del Virreinato de Nueva España ¡a 8,000 millas marinas de distancia (unos 15,000 kms). El soldado relató que el gobernador de Filipinas (Gomez Pérez Dasmariñas), había sido asesinado en un motín la noche del 23 de octubre de 1593, es decir el mismo día en que apareció en la plaza de México, claro con la diferencia horaria. Las autoridades de la Inquisición en México lo retuvieron ya que pensaban que había sido el demonio o cosa de brujas haberlo transportado. Luego de algún tiempo echas las averiguaciones lo retornaron a Filipinas. .

POR SI ALGUIEN LO DUDA.

Para mejor entender los hechos históricos nada mas conveniente que recurrir a los escritos que dejaron quienes estuvieron en el momento y como cronistas los legaron para la historia. Es de esta manera como años o siglos después la humanidad se entera de lo que a lo largo del tiempo ha ocurrido. No está demás citar a muchos grandes hombres y por que no mujeres que con su pluma nos narraron nuestro pasado. Plinio el Viejo y el joven, Herodoto, Estrabón, Muhammad Al-Idrisi, Alexander von Humboldt, Carl Ritter, Bernal Díaz del Castillo, etc. Si ellos y muchos más no hubieran escrito lo que veían, hoy los humanos del siglo XXI no conocieramos nada de nuestro pasado. Esa es la realidad, la cual por cierto todos y la profesión de historia en las universidades toma como absolutamente cierta,

Dibujo cortesía de “Conocimiento Prohibido”

A CONTINUACIÓN LOS FRAGMENTOS QUE DAN TESTIMONIO DEL HECHO.

Cabe aclarar que en su momento las dos referencias no tuvieron influencia por la fantasía de fenómenos que hoy son de sobra conocidos y que a pesar del tiempo constituyen un verdadero rompecabezas para la ciencia.

Gaspar de San Agustín en su “Conquista de las islas filipinas” dejo escrito en su libro tercero: “Es digno de ponderación que el mismo día que sucedió la tragedia de Gómez Pérez se supo en México que por arte de Satanás. De quien valiéndose de algunas mujeres inclinadas a semejante agilidad transportaron a la ciudad de México a un soldado que estaba haciendo posta una noche en la garita de la muralla de Manila, el cual fue encontrado por la mañana en la Plaza de México…”

El segundo testimonio documental proviene de Antonio de Morga quien venía de España para el 23 de febrero de 1594 y ejercía en ese país como Auditor general de Galeras. Para esa fecha según los tiempos de ida de barcos de México a España, estaría por conocerse la tragedia del gobernador de Filipinas. En su obra escrita en 1607 y publicada en México.este hombre debería pasar por México hacia las Filipinas y refrendaba que para 1593 “no vinieron galeras de las Filipinas a México”, pero “no falto quien dixo, lo más que avía sucedido en Filipinas. Al mismo tiempo en la plaza de México, no se pudo averiguar de donde avía salido la nueva…”.

Como siempre no ha faltado quién eche sombras sobre las crónicas de estos dos hombres, pero serios investigadores han certificado que las mismas están claramente en archivos de donde se pueden leer aún.

Si este caso es verídico y no corresponde a la corriente de ciencia ficción o la industria del cine, mucho menos a libros de autores que lucran con lo paranormales, el fenómeno de teletransportación del soldado filipino, reafirma numerosos casos que hoy día se conocen de personas de todos los estratos sociales y educacionales que afirman haber sido llevados y traídos de lugares insospechados o quizá personas que desaparecieron para siempre como los narrados en una emisión de Siglo 30 este año (2016), donde en vivo el progrma radiofónico recibió testimonios de familiares o amigos de personas que esfumaron para siempre. Misterios, Misterios. EMP  

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