Si el  buscar una media entre los lugares en que se aparecen los fantasmas, es ya de por si un problema, el periodo de tiempo también lo es.   Los muertos  por lo general se cree que tienden a visitar a los vivos en horas de la noche, sin embargo esta apreciación carece de valor cuando se analizan en forma crítica, los distintos casos que llegan a manos de quienes los documentan. 

Quizá la explicación radica en que la noche es propicia para tener este tipo de experiencias, el contacto con los espectros.  ¿Cuál la razón?   Es sencilla, si lo vemos desde el punto de vista ecléctico, un enfoque desde el punto de vista de la parapsicología y el ocultismo.

La noche es oscuridad, es cuando muere el día, es cuando la soledad nos invade, es cuando el amo de las tinieblas desata sus huestes para poder hacer de las suyas.  Es cuando las brujas y los brujos inician su ritual para la invocación de las fuerzas opuestas a la luz.

La conducta humana (psicología), nos habla de los estados alterados de la conciencia, una alteración de nuestro funcionamiento biológico que repercute en nuestro cerebro.  La parapsicología nos dice que el anterior fenómeno nos induce a cierta distorsión de la percepción y las reacciones.  Sin embargo agudiza nuestros sentidos en base de la dilatación de la pupilas, el oído por el silencio y el tacto (la piel),  por los cambios  que puedan reinar. Los fantasmas se caracterizan por figuras fugaces, difusas y escurridizas, ruidos extraños y aparición de cierto tipo de luminosidad o grados de temperatura. 

Al tener este tipo de sucesos como escenario la noche, es mas fácil el ser humano de ser impresionado , quizá sugestionado, ya que es más proclive ha escuchar ruidos extraños , ver movimientos inusuales o sentir sensaciones de cambios de temperatura.   Muy al contrario en el día nuestros sentidos están ocupados en las labores diarias, lo cual constituye un distractor poderoso.   En el día también hay ruidos o imágenes poco usuales en recintos aislados, alcobas, oficinas, locales, sin embargo pasan desapercibidos ya que se entremezclan con los normales de una jornada de que hacer laboral o familiar.  Por otro lado cuando estamos ocupados en algo como sucede en horas del día, no prestamos mucha atención a lo que sucede en nuestro entorno y si lo hacemos casi no le damos importancia pues nuestra atención está en lo que realizamos.

A lo que deseamos llegar es que los fantasmas, espectros o aparecidos con toda esa gama de fenómenos asociados, siempre están presente, en todos lados y a todas horas.  Si no los sentimos es por que o estamos dormidos o estamos muy ocupados.

La prueba de todo lo anterior es que las impresiones psicofónicas, las fotografías o videos que evidencian actividades inverosímiles no hacen diferencia entre el día y la noche.  En otras palabras hay tanta evidencia de cosas extrañas no importando la hora. 

Así que si creemos en todo la anterior como un buen argumento, podríamos afirmas que esas Entidades de Energía Coherente siempre están  presentes y al lado de los humanos, ya sea la mañana, la tarde, la noche o la madrugada, pues para ellas pareciera el tiempo no tiene la misma medida que para nosotros.