Es un tema extremadamente controvertido. Existen algunos que dicen que todo el antiguo testamento esta lleno de visitas de seres de otros mundos; es mas, hay libros enteros dedicados a este tema. Si tomamos literalmente las escrituras y creemos que lo que allí está escrito realmente sucedió, debemos aceptar que si lo trasladamos a nuestro tiempo, seguramente nadie dudaría de la intervención de entidades superiores y venidas de otros mundos.
Las palabras del hombre de Galilea, Jesús; cuando dijo: “Mi reino no es de este mundo” y “En el reino de mi padre muchas moradas hay” son altamente significativas (Juan 18:36,14:2)
Ciertamente muchas de las narraciones bíblicas ya estaban inmersas en culturas igualmente antiguas. De hecho todo lo narrado en el Antiguo y Nuevo Testamento sólo se refiere a una parte muy pequeña del planeta y no a todo el mundo, el cual mantenía sus creencias, apariciones milagrosas de Dioses, personajes enigmáticos y poderosos.
Toda cultura al ser estudiada, contiene su mitología propia. Así los Mayas, Aztecas, Incas y otros pueblos nativos de América, también hablan de seres venidos de las estrellas, personajes benefactores y seres malignos que se entrometía en sus vidas.
De hecho al avistamiento mas antiguo del que se tiene noticia es el que dejo escrito en la casa de la vida del Faraón Thutmoses III. El se refirió a grandes bolas de fuego que despedían un olor penetrante y que se mantuvieron estáticas en el cielo. Para lo anterior mandó a quemar incienso y que los escribas lo dejaran asentado en el libro de la “Casa de la Vida”.
De modo que si lo vemos desapasionadamente, los pasajes de la Biblia parecerían indicarnos que fuerzas externas al entorno de los hebreos de aquel tiempo, interrelacionaron con los habitantes de la Palestina.