Como es normal el tema atrajo la atención de un buen número médicos del grupo “La Asunción”, única asociación independiente reconocida en Guatemala por el Colegio Profesional de este país.
Como es normal cada cierto tiempo soy invitado a dictar charlas sobre distintos aspectos y fenómenos de excepción , los cuales son bien recibidos por ese grupo de mente abierta y receptiva. Por cierto cosa inusual dentro de los profesionales que se dedican a las diversas áreas de la ciencia.Al inicio , actitud normal por cierto, existía un una sensación de incredulidad que pasaba por el recelo, hasta el total escepticismo.
Al finalizar mi exposición sobre tal inusual posibilidad que Jesús cometiera un acto de Eutanasia, dio como resultado que las reflexiones y documentación aportada hicieran que muchos concluyeran que existe una fuerte posibilidad de que tal cosa ocurriera.
¿Cuál fue mi argumento? Quizá usted le pase lo mismo que a mis escuchas en aquel día en que al inicio pareció una irreverencia el pensar que el hijo de Dios había cometido un acto de eutanasia o suicidio aceptado y además documentado plenamente en las escrituras.
Dato a lo limitado del espacio resumiré mi exposición.
La mas simple definición de Eutanasia es: “Una muerte inducida”. Técnicamente se define desde un punto de vista jurídico como: “La muerte provocada por propia voluntad y sin sufrimiento físico de un enfermo incurable a fin de evitarle sufrimiento”
EL CASO DE JESÚS.
Desarrollar el tema es difícil en poco espacio pero intentaremos resumir la hipótesis de la mejor manera.
Ante loa acontecimientos de todos conocidos y narrados por los cuatro evangelistas, Jesús de Nazaret fue declarado culpable de blasfemia al proclamarse el Hijo de Dios y el Mesías s que los judío esperaban.
El arresto y juicio en el Sanedrín se verifico de noche , cuestión en principio prohibida por la ley judía de esa época. En este proceso se cometieron innumerables errores, pero no es ahora el caso detallarlos, pero si ratificar que fue injusto en términos legales.
De esta manera el hombre de la Galilea fue condenado, no sin antes pasar por la aprobación del gobernador romano, quien como todos sabemos se lavo las manos.
El Cristo fue duramente azotado y castigado como el peor criminal, obligándole a llevar su cruz acuestas. Sobre a hora de la crucifixión varían las opiniones , algunas van desde las 9 de la mañana, hasta las 12 del medio día. Lo cierto es que el Señor soporto el tormento predilecto de los romanos, hasta aproximadamente las 3 de la tarde.
Era una regla para aquella época no juzgar a nadie en día viernes, ya que si la sentencia era la muerte, esta no debería exceder a la hora cuando el día fenecía en ese viernes. (En aquella época el día se contaba por la luz del sol)
Aquel hombre sufría en la cruz y su agonía podría prolongarse por su enorme fortaleza.
Los romanos solían dejar los cuerpos de los crucificados hasta su descomposición, era una especie de escarmiento para el pueblo.
Sin embargo eran , hasta cierto punto respetuosos de las creencia del pueblo judío, esto para evitar descontentos y rebeliones que les costarían la inversión de recursos.
Estando así las cosas Jesús debería estar enterrado antes de la seis de la tarde.
¿AUTO EUTANASIA?
El evangelio de San Juan es el mas claro para un análisis en torno a este delicado tema. “Y estaba allí una vasija llena de vinagre; entonces ellos empaparon en vinagre una esponja y poniéndola en un hisopo , se la acercaron a la boca. Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza , entrego el espíritu.”
Aun cuando hay diferencias entre los evangelistas (quizá debido al tiempo en que fueron realizados sus escritos), todos coinciden en el orden la las últimas palabras.
En principio el señor pidió de beber “Tengo sed”, para luego manifestar su intenso dolor.
¡Aquel hombre debería morir antes de entrar la noche y esto era una ley judía, no solo para los mismos, si no para los romanos y para el Cristo quien debería ser respetuoso de cualquier regla!
Se conoce históricamente que los romanos dejaban guardias al pie de los crucificados y utilizaban ciertas sustancias para prolongar la vida y el sufrimiento a través de compuestos como mirra y hierbas que provocaban cierto grado de anestesia. Pero también no se excluía que utilizaran venenos, liquido que recibía el nombre de “Hiel”.
Es perfectamente lógico que las autoridades romanas muchas veces utilizaban este procedimiento a fin de terminar con la vida del crucificado.
Jesús lo sabía indudablemente. Es aquí donde el drama toma forma.
El cuerpo del hombre de la Galilea estaba terriblemente débil, pero mantenía signos de vida y por cierto consciente.
Al pedir de beber, él sabía que es lo que iban a proporcionar, ya sea un vinagre agrio, una anestésico o un veneno. Lo más probable ante la urgencia de no sobrepasar la hora limite y transgredir los preceptos , ocurrió lo ultimo.
La decisión estaba tomada y al escritura es clara. De no desear recibir aquel liquido lo hubiera expulsado (sobre esto hay discrepancia pero lo que si está claro es que bebió de aquel contenido de la esponja).
Lo que paso inmediatamente después fue su muerte ya que luego de beber expiro diciendo: “En tus manos encomiendo mi espíritu”. Es claro que su cuerpo estaba extremadamente débil y cualquier sustancia tóxica operaría inmediatamente provocando la muerte instantánea.
Existen numerosas referencia bíblicas que dan paso a la creencia de que el llamado liquido “Hiel”, era un potente veneno.
Una prueba más de que su muerte debería ser apresurada es la lanza que le fue incrustada en su costado. ¡Todo para asegurar que estaba muerto!
Luego a sus deudos se les dio la oportunidad de enterrarlo muy rápido y así cumplir con la ley.
De esto podemos inducir que Cristo como hijo de Dios estaba consciente de todo. Jamás podríamos pensar que el iba a ser engañado al pedir agua y darle beber una sustancia toxica. Además el bebió y no la rechazo, según tres evangelistas.
Lo anterior aun cuando parezca duro de aceptar, es un acto normal y sabio.
El grito desesperado de “Dios mío, por que me has desamparado” hace suponer el carácter humano de aquel hombre y como tal en su incuestionable sabiduría opto por una muerte inducida.
Esto no degrada en lo absoluto su carácter divino en el entorno filosófico-religioso , ni mucho menos dejaría de ser el Maestro de Maestros.
El acto demuestra que siendo humano y divino debió cumplir con la ley , aun a costa de apresurar su muerte, la que inevitablemente debería ocurrir
tarde o temprano.
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