EL HALLAZGO.
La primera semana de marzo (2011) la noticia recorrió el mundo y particularmente la tinta de los periódicos de Guatemala y no era para menos. El matemático alemán Joachim Rittsteig había descubierto que en el lago de Izabal (el segundo más grande de América Central), se encontraba una ciudad circular sumergida llamada Atlan y con ella 156 tablas o placas de oro, las cuales contenían las leyes de los Mayas, luego añadió que eran posiblemente del algún pueblo que se asentó allí. El descubrimiento se hizo posible gracias a su interpretación del Códice Dresde y las tomas de radar de satélite artificial. El profesor lo hizo público por medio del periódico “Bild Dresden”, por cierto un diario con formato sensacionalista.
CÓDICE DRESDE. ALLI ESTA ESCRITO EL FINAL DEL QUINTO SOL (21-12-2012)
Posteriormente y en la segunda semana de marzo se hizo acompañar por un grupo de reporteros de ese periódico y visitó la zona donde supuestamente se encuentran las ruinas de la ciudad perdida. En este recorrido se entrevisto con autoridades del Patrimonio Cultural y del Instituto de Antropología, donde se hizo acompañar por
el embajador de Alemania, quien muy entusiasta incluso planteó la “posibilidad” de ayuda en el sensacional proyecto.
Como era de esperarse su foto y el nombre del periódico se hicieron famosos, incluso llegó a posar como verdadero artista frente a las cámaras, alimentando así la hipótesis la que por supuesto no lleva ningún estudio documentado, más solo la nota de presa del diario alemán.
NUESTRA POSICIÓN.
Ante esta posibilidad y reafirmando nuestra filosofía del Realismo Fantástico, vemos la cuestión desde otro punto de vista. Para que el lector pueda comprender la Psicología del Rumor, proponemos algunas preguntas que en un proyecto y anuncio de esta clase deberían haber sido planteadas, por supuesto con sus respectivas respuestas.
Aclaramos que no dudamos de que en algún lugar de Guatemala existan complejos urbanos que se encuentren al momento escondidos, pero a nivel científico esto debe ser fundamentadas.
Los enigmas sin respuesta:
- El profesor ni los medios nos dicen claramente de que satélite se trata o a quien pertenece… la NASA, la Comunidad Europea, Japón o China o en todo caso a que empresa u organización. Además de día y hora de las mediciones. Nada se sabe y es allí donde se puede detectar que cae en un simple rumor.
- ¿Cómo es posible que en las profundidades del lago se puedan detectar exactamente 156 tablillas de oro, a no ser por que se encuentren regadas como cartas de un naipe y no como suele suceder siempre, una sobre otra.
- Cualquiera que medianamente haya leído un poco sobre arqueología Maya deberá saber que ellos no edificaban asentamientos urbanos en forma circular, no así raras excepciones de estructuras de edificios como el Caracol de Chichén Itzá.
- Todo el mundo sabe que los Mayas tenían como su oro el jade y no trabajaron el metal al que hace alusión el matemático.
- Se hace hincapié en que el profesor Rittsteing no es arqueólogo, ni epigrafista.
- Los estudiosos del Códice Dresde se suman por cientos y el personalmente en el periplo por diversos estados de Alemania, solicite una visita a la ciudad de Dresde y específicamente a la Universidad y Biblioteca donde se encuentra el documento. Allí fuí atendido por el curador y director a esa fecha del museo (20 de septiembre de 2001), el profesional me mostró la belleza del original del Códice Dresde y me explicó brevemente su contenido, pero jamás me dijo sobre ciudades perdidas o sumergidas.
- El prefijo Atla (agua), se utiliza en el México anterior al Azteca y el de origen Nahualt . Se utilizado en lugares donde hay mucha agua como en Izabal.
De modo que la hipótesis del profesor Rittsteig cae la especulación y nada más, pero eso si, en el periodismo sensacionalista.
QUIZÁ TOMANDO EL MODELO DE JOSE SMITH , FUNDADOR DE LA ILGESIA MORMONA, EL PROFESOR ALEMÁN IDEÓ LO DE LAS PLANCHAS.