El Enigma de los Accidentes Aéreos
El Enigma de los Accidentes Aéreos

1 de abril de 1969 – Un C-118 a motor y perteneciente al Ala de Transporte 1705 de la fuerza aérea de los Estados Unidos, despegó de la Base McChord cerca de Tacoma, en el estado de Washington. Con sus cuatro tripulantes  el gigantesco avión iba en una misión de entrenamiento; sin embargo, solo 75 minutos después  los cuatro aviadores estaban muertos. El C–118 se convirtió en una masa de pequeños pedazos sobre la ladera del Monte Rainier. Eran las 19:45 horas cuando  los operadores de la torre más cercana escucharon un dramático pedido de socorro. ¡Alerta, Alerta! ¡Hemos chocado con algo...! En efecto el avión había impactado con algo. ¡Estamos en serios apuros! La comunicación se cortó, dejando un vacío imposible de olvidar, dijeron quienes lo escucharon por última vez. ¿Con qué chocó el avión militar?

17 de julio de 1998 – Mueren 230 personas que iban a bordo del famoso vuelo 800 de la TWA. Fallecieron en un accidente que hasta ahora no ha sido plenamente explicado. El Jumbo se dirigía a París y despegó del aeropuerto La Guardia en Nueva York. A los poco minutos estalló en el aire. Los pedazos quedaron esparcidos en aguas del Atlántico. Hace pocos días se puso a disposición del público el hangar donde se depositaron los restos, para su análisis. ¿Chocó con algo el gigantesco avión?

6 de enero de 1995 – El Boeing 737 de la British Airways se vio enfrentado a un incidente de alta peligrosidad. A tan solo 4.000 pies los 60 pasajeros sintieron un tremendo arrastre hacia abajo. Eran las 6:48 horas cuando el comandante Roger Wills iniciaba la maniobra de acercamiento a la pista. Cuando de repente apareció delante de él un objeto extraño, con una línea negra a lo largo de sus lados. El controlador de la torre pudo confirmar que el Boeing no era el único y por tal razón está en rumbo a un choque frontal. Advirtió al piloto: ¡Van a chocar, van a chocar! Una peligrosa, aunque hábil maniobra de caída en picada, al límite de las posibilidades del avión comercial, salvó la nave de un accidente fatal. Afortunadamente los pasajeros tenían ya puesto el cinturón de seguridad, de lo contrario hubieran sufrido las consecuencias. El objeto oscuro pasó por la parte de arriba del 737.

8 de julio de 1999 – El piloto de la línea aérea belga, Sabena, tuvo un encuentro con lo desconocido. Su radar de alerta de colisión (8 kilómetros), le mostró que entre la densa niebla que viajaba, algo estaba delante de él. Estaba 25 mil pies y acercándose a Amsterdam. Una maniobra de picada de 250 metros asustó a los pasajeros. Sólo y únicamente así pudo evitar la colisión con algo. ¿Qué era ese algo? El radar de uno de los aeropuertos más grandes del mundo no detectó absolutamente nada delante del avión. El gerente de la compañía dijo que se está investigado, pero que el suceso era “muy raro”.

La historia de la aviación está llena de estos enigmáticos casos en los cuales algo no identificado vuela por los cielos del mundo. ¡Lo peor es que pone en peligro vidas humanas! ¿Algo deliberado?

Si así es, bien pudieran llamarse: “Los asesinos del espacio”.

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