Los fenómenos asombrosos, increíbles e inauditos son tan comunes como cualquier otro que pueda  acontecer en este planeta Tierra. No existe ser humanos que en alguna parte de su vida no haya enfrentado algún tipo de hecho de este tipo. Hoy bajo el patrocinio e interés de un extraordinario investigador y divulgador del fenómeno ovni a través de Internet, Carlos Alberto Iurchuk, iniciamos esta página coleccionable.

Uno de los argumentos más sólidos con que podemos contar los apasionados de la posibilidad de vida e inteligencia extraterrestre, es el registro histórico testimonial de millones de personas. Esta página también recogerá casos que por su naturaleza son inverosímiles, todo de manera sucinta y condensada.

Un saludo cordial desde el Centro de la América ha todos los amigos de lo increíble.

Iniciamos nuestro recorrido en la antigua Roma donde por su credibilidad Plinio el Viejo, Tito Livio (el curioso) o Dión Cassio (el honrado), nos dejaron para la posteridad datos que hoy solo pueden entrar en un “Archivo de lo Increíble”.

223 AC – Una luz redonda como la luna ilumino la noche. Esto sucedió en Ariminium. En este mismo año en varias regiones de se vieron tres lunas las cuales aparecieron en el transcurso de la noche.

(Dión Cassio, Historia Romana, Libro I)

222 AC – Tres lunas volvieron a aparecer en este año, pero al mismo tiempo. Era el consulado de Gnaeo Domitio y Gayo Fauno. Todo sucedió por la noche.

(Plinio, Historia Natural, Libro II, Cap. 32)

218 AC – En Amiterna el globo del sol se fue haciendo cada vez más pequeño. En Praeneste hubo luces que centellaban en el cielo. En Arpia un escudo en el cielo... como naves fantasmas en el cielo.

(Tito Livio, Historia Romana, Libros XXI y XXII)

122 AC – En la Galia aparecieron tres soles y tres lunas.

(Julius Obsequens, Prodigiorum, Cap. 114)

Comentario:

En estos casos podrían haber dos interpretaciones. La tradicional relacionada con fenómenos atmosféricos y la de mente abierta y receptiva a lo asombroso e inaudito.

El aparecimiento de cometas o meteoros podría confundir a los historiadores con fenómenos normales como el aparecimiento de dos o más lunas, sin embargo la magnitud del hecho no parece posible.

Para ese entonces la observación de el sol o nuestro satélite estaba en un período perfectamente documentado, período donde no entraban interpretaciones erróneas acerca de la forma y comportamiento de los dos astros.

Un hecho irrefutable es el aparecimiento del fenómeno (dos o más lunas), suceso que con mentalidad de la época solo podía ser comparado con lo que aparecía cotidianamente durante el día o la noche.

Tito Livio nos habla de un escudo en el cielo, suceso que muchos historiadores  repitieron  a lo largo de sus crónicas. La forma del escudo en ese tiempo es reconocible y no hay figura más hermosa para comparar un artilugio suspendido en el cielo.

¿Como confundir un rayo, un meteorito, un cometa con su cola o imaginar ver dos a más lunas en el cielo?

Lo cierto de todo es que el testimonio esta allí, en las notas de los historiadores de esa época, de las cuales no tenemos el derecho de dudar.

En las próximas entregas referiremos más datos, dejando a la reflexión de cada lector encontrar la respuesta, si la hay.