La familia del niño Tommy Bowman realizaba el final de su visita al parque Nacional de los Angeles, California, embalse Puerta del Diablo en la ciudad de Altadena. . Eran las 14:30 del 23 de marzo de 1957 El niño iba delante de la columna de familiares sobre un sendero de tierra que más adelante doblaba el pequeño cerro, dentro de un bosque de pinos, casi e la orilla del embalse.
Tommy dio vuelta al recodo. El resto de personas, las cuales transitaba a tan solo unos pasos, no tardo en llegar al lugar. Sin embargo el camino estaba vacío.
SE INICIA EL MISTERIO.
Para la familia del niño fue incomprensible al principio, pero luego se convirtió en pánico y luego en horror. ¡Era imposible que la criatura hubiera tomado otro camino, enfrentara una emergencia , un accidente o quizá hubiera sido sujeto de un secuestro!
Dos horas más tarde más de 400 personas, entre voluntarios y guardias, buscaban afanosamente al niño. Llego la noche y la búsqueda fue suspendida, la razón: ¡Imposibilidad de que el pequeño estuviera demasiado retirado del lugar! La hipótesis del rapto no era sustentable debido a la rapidez con que hubieran actuado los secuestradores o la inexistencia de vehículos para el escape rápido.
Al día siguiente un pelotón de expertos en bosques investigaron grietas y agujeros por donde podría haber caído el menor. La policía montada y perros se unieron a la búsqueda. El sendero y el recodo fue examinado una y otra vez. Los alrededores no presentaban piedras desalojadas, ramas rotas, manchas de sangre.
La autoridades y familiares continuaron por más de una semana la infructuosa búsqueda sin resultados.
¿LE PUEDE PASAR A USTED?
Tommy desapareció para siempre de la faz de la tierra. ¡Se lo llevo una fuerza desconocida o fue víctima casual de un fenómeno inexplicable de espacio tiempo! ¿Dónde está ahora el niño? ¿Ha muerto o aun permanece consciente en una extraña y diferente dimensión?
Hipótesis que lo expliquen son difíciles. Jamás la familia de Tommy recibió llamadas de amenaza o solicitud de rescate. El niño no tenía antecedentes de inestabilidad emocional o algún síndrome de fuga. La idea que sufrió algún inusitado accidente tampoco es lógica.
Este es otro de los casos como el de los gigantescos barcos , donde la única explicación radica en un disturbio del espacio tiempo o un rapto por parte de fuerzas desconocidas.
La sola idea de sucesos que implican la desaparición de personas sin razones políticas o económicas, es aterradora ya que sería un fenómeno quizá fortuito o quizá selectivo no controlable.
Si esto es así, cualquiera de nosotros o un ser querido podría ser susceptible dentro de unos minutos, horas o días a sufrir la experiencia de estar perdido en el espacio. En Guatemala hay ocurrido algunos casos como el del anciano de la novena avenida o el viejito de San Juan Tecuaco , pronto los conocera.en una futura entrega.