La gente de este planeta se levanta todos los días rutinariamente. Hace casi siempre las mismas cosas. Se despereza, se ve al espejo y de esa forma comprueba que está vivo, va al sanitario, se asea, se viste y toma su desayuno. Ve el reloj y parte para distintas actividades, las madres dejan a los niños en los colegios, los hombres van al trabajo, los ancianos se quedan en casa. Todo parece normal hasta que cualquiera de los que habitamos el entorno de nuestras actividades se entera, más de alguno con desinterés, otros se escandalizan, muchos entran en pánico, tras no tuvieron tiempo de hacer lo anterior, simplemente ya no existen…