Si algo es cierto con relación a los cometas, es que siempre han ejercido una gran influencia en la mente del hombre . La humanidad desde tiempos inmemorables ha observado el transito de estos curiosos viajeros del espacio.
Tomado del libro:
“Halley el cometa del terror”
Eduardo Mendoza –1985.
e dice que fueron los chinos en el año 467 a.C quienes registraron por primera vez el paso del Halley y después tres siglos mas tarde (146 aC) fueron los sirios los que observaron “Un cometa tan grande como el sol con su disco rojo, semejante al fuego y su luz era tan intensa que disipaba las tinieblas de la noche”.
Cada cometa visible a simple vista ha provocado terror entre los habitantes del planeta y lo relacionaban a hechos trágicos de la historia.
¿Tiene alguna razón esto? Sin afirmar o negar veamos una breve estadística de sucesos históricos que parecen afirmar lo anterior.
Los romanos pensaron que el gran cometa del año 44 aC era el alma Cesar que recien había muerto. Ovidio el poeta, escribió algo de esto en su Metamorfosis.
Otra muerte de un personaje famoso que fue relacionada con la aparición de un cometa, lo fue la del emperador Constantino (326 dC) Lo mismo ocurrió con Atila, Mahoma, Enrique I de Francia, Ricardo I de Inglaterra, Napoleón (Muerte anunciada por el cometa Nicollet, abril 1821) y la reina Matilde. Luisa de Saboya, madre de Francisco I de Francia, a ese respecto dijo: “Este es signo de la muerte preparémonos… tres días después fallecía”.
Un caso patético es el de Alfonso VI de Portugal, quien no pudo soportar el esplendor del cometa de 1665 y se suicido.
Volviendo un poco mas atrás, el gran cometa del año 837 produjo una enorme sensación. Apareció precisamente durante La Semana Santa y el asustado Luís El Piadoso de Francia, llamo a su astrólogo y le dijo: “Sube enseguida a la azotea de palacio y dime lo que hayas observado porque ha aparecido una estrella que ayer no estaba y tampoco me la señalaste, pero yo se que esta aparición es un cometa que anuncia un cambio de reino y la muerte de un príncipe”. El cometa en referencia era el Halley el mismo que en el año 1985-86 visitó la tierra.
La aparición del halley en 1066 coincidió con la conquista de Inglaterra por los normandos, en 1301 fue observado sobre toda Europa, en 1456 reapareció cuando estaba en guerra el Papa Calixto III contra Mahomed II en los campos de Belgrado, en 1531 fue observado de nuevo y su penultima aparición la hizo en 1910 por su puesto, no falto quien le atribuyera la primera de las grandes guerras mundiales.
Los médicos también se han preocupado por los efectos de los cometas en el cuerpo de los hombres. Cosa que hoy pudiera parecer ridícula, pero… ¡mucho cuidado! en otro capitulo hablaremos de los científicos de como creen hoy día en esta posibilidad y algo interesante: ¡Aportan pruebas!
Investigadores que mantienen una mente abierta, hoy se aterrorizan sobre la posibilidad de un choque con un cometa. Algunos de estos científicos como Richard Muller, John Matese, Daniel Whitmire, Vasilev, Kasantev y el escritor Immanuel Velikovsky están de acuerdo de que esto ya ha pasado. El gran cráter de Arizona o el incidente de la tundra soviética de Tunguska (1908), podrían avalar dicha hipótesis: ¡El choque de un cometa o asteroide con la tierra!
EL FIN DEL MUNDO 1910:
La fecha fatídica era el 18 de mayo y para ese día miles de habitantes del planeta tierra estaban convencidos del inminente fin del mundo. Los periódicos de la época comentaban sobre la posibilidad de que la tierra pasara directamente por la cola del gigantesco cometa. Algunos astrónomos apoyaban la información, entre ellos el director de uno de los más importantes observatorios del mundo, el Linck de California. La gente creía en la colisión pero según las informaciones la inmensa cola de millones de kilómetros traía un mortal gas, el Cianógeno, el cual mataba instantáneamente a quien se le pusiera enfrente.
El observatorio de Harvard anuncio que el análisis por espectrografía indicaba la presencia del mortal veneno y esto fue confirmado por otros análisis en diversos lados del país: Se han detectado fajas de Cianógeno en la cola del cometa… era la noticia del día. El conocidísimo Camilo Flammarion dijo: El gas podría invadir la atmósfera del planeta y así terminar con toda la vida que exista sobre la tierra. La declaración implicaba el fin del mundo. Otros astrónomos contradecían tales afirmaciones diciendo que al pasar por lo que hoy conocemos como “viento solar”, al mortal gas se descompondría en otros y de esa forma la tierra se salvaría. Lo anterior como es natural no pasaba por supuesto de ser una hipótesis, lo cual dejaba la duda de si la tierra se salvaría o no.
La hora dramática era las diez de la noche con veinte minutos del martes 18 de mayo de 1910.
Millones de seres se aprestaron a encomendar su alma al Creador, otros en peregrinación de candelas esperaban desviar el cometa con la oración, fueron muchos los que acudieron a confesar sus pecados, en tanto algunos se encerraban en sus casas y con ellos toda su familia, en espera de la muerte segura.
Millones esperaron a la intemperie la llegada del cometa, con los ojos clavados al cielo y la esperanza de que todo fuera una simple pesadilla.
Entre los datos curiosos de aquella época esta el que mas de alguno organizo una alegre fiesta, por aquello de que si se venia el cometa en cima, por lo menos que los encontrara alegres y bastante entonados al ritmo de la música y las copas.
Finalmente ¿Qué paso? Hoy nosotros podemos decir que nada, pues al parecer ninguno murió a causa del cometa, salvo aquellos que se suicidaron. Como hecho histórico vale la pena recordar algunos de esos momentos y las experiencias que se vivieron particularmente en Guatemala.